Banksy y la subasta de Sotheby’s

Autora: Renata Ribeiro dos Santos

Temática

Palabras clave

autenticidad; originalidad; circulación; mercado del arte; subasta; grafiti; street art.

Descripción

El 6 de octubre de 2018 el ya célebre artista británico Banksy logró nuevamente un amplio espacio en las noticias y discusiones a nivel global. En una subasta de la londinense Sotheby’s –casa fundamental para entender la configuración del mercado del arte actual–, Girl with balloon, una obra suya ampliamente conocida y reconocible, fue triturada de forma parcial justo en el momento posterior a su adquisición. Segundos después de que el martillo marcase el final de la intensa puja, un mecanismo instalado dentro del grueso marco que cubría el stencil, transformó la obra en tiras como si de una trituradora de documentos se tratara.

Captura del vídeo Sotheby’s, October 5th 2018, que muestra el momento en que los asistentes se percatan de lo ocurrido con la obra subastada.
Fuente: Banksyfilm (2018) https://www.youtube.com/watch?v=iiO_1XRnMt4

La acción fue presenciada con estupefacción por los asistentes a la subasta, y se hizo viral rápidamente y a nivel global cuando Banksy publicó un vídeo en sus canales de YouTube e Instagram donde explicaba a sus millones de seguidores el hecho que acababa de protagonizar. Es interesante puntualizar que Banksy, al igual que otros muchos artistas que se dedican al street art y al grafiti, mantiene su identidad en el anonimato, en parte por motivos relacionados con cuestiones legales y jurídicas. En el caso de Banksy, paradójicamente, este anonimato no ha hecho más que promocionar e impulsar su (no) imagen, siendo uno de los artistas urbanos más conocidos y, consecuentemente, cotizados del panorama actual. Además, es el protagonista por excelencia de acciones como la ocurrida en Sotheby’s. De las muchas discusiones que se generaron alrededor de esta actuación, varias se centraron especialmente en cuestionar si Banksy asistió a la subasta y si fue él mismo quien accionó el botón responsable de la destrucción.

Es posible interpretar esta actuación de Banksy en la casa Sotheby’s como la culminación de un proceso donde el artista, visiblemente invisible, fija una serie de aspectos fundamentales para entender y problematizar su producción de arte y la forma como él idea su circulación. La poética del artista de Bristol se fundamenta en la crítica irónica y jocosa, a veces ácida, de una serie de valores normalizados por la sociedad actual: el consumo, el neoliberalismo, las globalizaciones, el poder del Estado y las fuerzas relacionadas con él, así como los mecanismos que hacen girar la rueda del sistema del arte. En la performance de la subasta es fácil identificar la crítica al sistema del arte contemporáneo y, muy especialmente, a su exacerbada mercantilización, en paralelo a las nociones de originalidad y autenticidad que impulsan estos mercados.

Banksy no autoriza la comercialización de sus obras por ninguna galería o representante, ni tampoco autoriza la inclusión de sus piezas en las subastas. La única plataforma autorizada para comerciar con obras del artista es la web independiente Pest Control. Es también el único servicio que tiene autoridad para certificar la autenticidad de piezas atribuidas a Banksy, como queda claro en su descripción:

Respondemos consultas, determinamos si (Banksy) fue el responsable de la realización de una determinada obra de arte y emitimos el papeleo si este es el caso. Este proceso no genera ganancias y se ha creado para evitar que personas inocentes sean víctimas de fraude (Pest Control, s.f.).

Por lo tanto, Girl with balloon llega a la subasta de Sotheby’s supuestamente contrariando la voluntad de su creador. Esta oposición queda muy explícita en el vídeo Sotheby’s, October 5th 2018 que Banksy publica posteriormente a la escena ocurrida en Londres, donde se puede leer: «Hace unos años construí secretamente un triturador en una pintura, por si alguna vez se subastaba».

El vídeo que documenta la acción premeditada muestra paso a paso cómo se instaló el mecanismo destructor dentro del marco, imaginando que alguna vez aquella pieza podría ser llevada a subasta y organizando previamente cómo se realizaría la «venganza». La planificación de esta acción también señala el comportamiento previsible del mercado del arte y de su extenso control de las cotizaciones, alzas y elección interesada de determinados artistas, tendencias o escuelas de arte.

En un intento de no depender de las formas de circulación y promoción del arte que se utilizan en la actualidad (como las exposiciones en museos y galerías, las ferias de arte, las subastas, etc.), Banksy utiliza sus redes sociales (YouTube e Instagram) y su página web (Banksy) para dar a conocer su trabajo de primera mano, estrategia que sirve asimismo para legitimar y autenticar su producción. Al igual que hizo con el vídeo que publicó tras la subasta, normalmente sube a la red imágenes y vídeos de intervenciones que realiza por todo el mundo, y que pasarían completamente desapercibidas si no fuera por su llamada de atención. Un ejemplo de esta comunicación es el vídeo que documenta su reciente «aparición» durante la 58ª edición de la Bienal de Venecia, donde en una feria de artistas callejeros expuso un políptico llamado Venice in oil, en el que criticaba el aplastante movimiento de gentrificación de la ciudad, al mismo tiempo que cuestionaba el comercio del arte.

Siguiendo este tipo de actuaciones, el artista también realizó una acción similar en la ciudad de Nueva York en el año 2013 cuando montó un puesto de venta de arte en plena calle, ofreciendo una serie de Banksys que no tenían especial aspecto de autenticidad. El puesto callejero, abierto de las 11:30 h a las 18:00 h, tuvo un volumen de ventas al final del día de 420 dólares, como pudieron comprobar los afortunados compradores a través del vídeo Art Sale publicado por el grafitero. En proposiciones como esta pone en fricción la noción del valor artístico de la obra de arte con la de un valor comercial o monetario que, en la contemporaneidad, es definido en gran medida por el mercado del arte sin criterios claros.

Captura de vídeo Street artist in Venice, acción realizada por Banksy durante la 58ª edición de la Bienal de Venecia.
Fuente: Banksyfilm (2019) https://www.youtube.com/watch?v=C2YRRS5aBRw

Captura de vídeo Art Sale donde aparece el puesto callejero con la venta de obras de Banksy.
Fuente: Banksy NY (2013) https://www.youtube.com/watch?v=zX54DIpacNE

Aunque Banksy intente moverse continuamente en este terreno subversivo, sucesos como el de la subasta de Sotheby’s y su posterior reverberación en los medios, deja entrever cómo las herramientas y agentes responsables de mantener el funcionamiento de la compleja maquinaria de la comercialización del arte contemporáneo son capaces de reformular y resignificar estas proposiciones y actos, reubicándolos de nuevo en terrenos donde su comercio es factible. Por ejemplo, en el caso específico de la escenificación en Sotheby’s, la también anónima compradora ya se veía emocionada con su adquisición y creía que tenía entre sus manos «mi propio pedazo de la historia del arte» (El País, 2018). La obra, mitad triturada, mitad intacta, cambió su nombre a Love in the bin y su cotización casi se duplicó de manera instantánea.

Fue tal el éxito de aquella acción en la subasta que se llegó a suponer que Sotheby’s había participado o al menos tenía conocimiento de la trama del grafitero. En muchos de los textos publicados a raíz de lo ocurrido, se planteaba que todo podría tratarse de un gran simulacro pactado entre Sotheby’s y Banksy. Entre las diversas sospechas, se cuestionaba la procedencia de la obra o cómo la batería del mecanismo de trituración se mantuvo cargada durante el almacenaje anterior a la venta de la obra, o por qué nadie desconfió del desproporcionado grosor del marco, nada usual para obras de ese tipo. Más sospechoso aún: ¿Cómo no se detectó el sistema implantado en el marco durante los detallados estudios de obra que se realizan antes de cualquier subasta? (Reyburn, 2018).

Sin que ninguna de esas dudas haya sido aclarada –ni por Banksy, ni por Sotheby’s– lo que sí es cierto es que la reacción de la casa de subastas no hizo más que legitimar todo el proceso. Como afirmaba su director en Europa: «No se ha destruido una obra de arte, se ha creado una nueva, que vale el doble que la original. Se trata del primer trabajo artístico de la historia desarrollado en vivo y en directo en una subasta» (Ramos, 2018).

El mismo sistema que Banksy critica es el que lo fagocita, el que despoja su obra (y su acción) de su dimensión analítica, metafórica y reivindicativa, transformándola en un ansiado bien coleccionable. En prácticas que no son novedosas, el mercado del arte da un giro y utiliza la obra que intentaba dejarlo en evidencia para imponerse exactamente en aquellos aspectos hacia los que se dirigía la crítica.

Sin embargo, el vídeo que Banksy publica a poco más de diez días de la subasta trasluce que sus intenciones subversivas y su denuncia de las normas establecidas por el mercado del arte no van a decaer. Vuelve a mostrar todo el proceso de la construcción del mecanismo en el cuadro y de la subasta, con menos cortes y más extensión, evidenciando el carácter frívolo y vacío de esos eventos. Amplía el vídeo en referencia al «error» de la máquina que solamente cortó la imagen hasta la mitad. Termina con la secuencia donde se puede leer «en los ensayos siempre había funcionado» y, para demostrarlo, enseña otra Girl with balloon, enmarcada de manera similar a la subastada en Sotheby’s, que –esta vez sí– está completamente destruida. El artista deja patente que se trata solamente de una copia más, en un nuevo intento de mantener el control y posicionar el valor artístico de la obra.

Bibliografía

Banksyfilm (2018, 6 octubre). Sotheby’s, October 5th 2018 [vídeo en línea]. [Fecha de consulta: 11 de julio de 2019]. <https://www.youtube.com/watch?v=iiO_1XRnMt4>

Banksyfilm (2018, 17 octubre). Shredding the Girl and Balloon – The Director’s half cut [vídeo en línea]. [Fecha de consulta: 11 de julio de 2019]. <https://www.youtube.com/watch?time_continue=170&v=vxkwRNIZgdY>

Banksyfilm (2019, 22 mayo). Street artist in Venice [vídeo en línea]. [Fecha de consulta: 15 de julio de 2019]. <https://www.youtube.com/watch?v=C2YRRS5aBRw>

Banksy NY (2013, 13 octubre). Art Sale [vídeo en línea]. [Fecha de consulta: 15 de julio de 2019]. <https://www.youtube.com/watch?v=zX54DIpacNE>

El País (2018, 11 octubre). «La compradora del ‘banksy’ triturado confirma su adquisición por 1,18 millones de euros». El País. [Fecha de consulta: 11 de julio de 2019]. <https://elpais.com/cultura/2018/10/11/actualidad/1539282851_350679.html>

Moriente, David (2016). «De vándalo a artista: Banksy». Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte (n.º 27, págs. 31-52). [Fecha de consulta: 11 de julio de 2019]. <http://dx.doi.org/10.15366/anuario2015.002>

Pest Control (s.f.). «What is Pest Control?». Pest Control. [Fecha de consulta: 11 de julio de 2019]. <http://pestcontroloffice.com/whatispco.html>

Ramos, Rafael (2018, 13 octubre). «Banksy, en la destrucción está el arte». La Vanguardia. [Fecha de consulta: 11 de julio de 2019]. <https://www.lavanguardia.com/cultura/20181013/452313027023/banksy-obra-destruccion-subasta-sothebys.html>

Reyburn, Scott (2018, 9 octubre). «Las preguntas después de la autodestrucción del Banksy». The New York Times. [Fecha de consulta: 26 de julio de 2018]. <https://www.nytimes.com/es/2018/10/09/banksy-obra-trituradora-subasta/>