3. Cómo elaborar una publicación

3.3. Consejos para la preparación de archivos: paginación y artes finales

Tratamiento y modos de color

Existen varios modos de color con los que podemos trabajar. Si nuestra publicación es digital y va a visualizarse solo en pantallas, podemos utilizar el modo RGB (red, green, blue), que además genera archivos más ligeros. Por el contrario, si la publicación ha de imprimirse, el modo de color que tendremos que elegir será CMYK (cyan, magenta, yellow, black), también comúnmente llamado «color papel». Si el diseño se va a imprimir, se recomienda trabajar desde el inicio en CMYK. Esto evitará sorpresas a última hora, ya que cuando se imprime un documento en RGB, la impresora lo convierte de manera automática a CMYK, lo que produce alteraciones en los tonos, sobre todo en aquellos más brillantes, que se apagarán sensiblemente. Para tener más control sobre algunos tonos de color, nos puede ser de utilidad tener como referencia una carta de color Pantone. Las pequeñas imprentas y copisterías no trabajan con tintas Pantone, pero pueden tomar los valores CMYK de los tonos para ajustarlos en sus máquinas.

Figura 13. Carta de color Pantone, fotografiada por @shadowindesign
Fuente: <https://graffica.info/pantonera-basica-para-disenadores-noveles/>.

Utilización de tipografías

Existen infinitas normas, estilos y opiniones sobre el uso de las tipografías. Aquí nos limitaremos a comentar que generalmente las tipografías son legibles hasta un mínimo aproximado de 5 o 6 puntos, dependiendo de la máquina de impresión empleada. Las tipografías se miden en puntos y no en milímetros, un sistema que tiene su origen en las letras de tipo móvil de la imprenta antigua. Tanto si queremos hacer una publicación que se adecue a ciertas normas tipográficas como si queremos precisamente transgredirlas deliberadamente, recomendamos la lectura de Veintidós consejos sobre tipografía, del diseñador Enric Jardí (2007). En cuanto a los tipos de letra que podemos instalar y utilizar para el diseño, existen incontables opciones. Aquí facilitamos un enlace a la colección Badass Libre Fonts by Womxn, tipografías diseñadas por mujeres, con licencia de código abierto.

Pruebas intermedias de impresión

Diseñar con herramientas digitales, visualizando nuestros documentos en una pantalla, tiene muchas ventajas. La capacidad de recorrer el documento a través de zoom in y zoom out nos da mucho control sobre el detalle. Ahora bien, a veces podemos perder la referencia real de tamaño de los elementos que vamos incluyendo. Por ello, es aconsejable hacer pequeñas pruebas durante el proceso, aunque sea en una impresora casera. Así podremos localizar posibles errores como, por ejemplo, textos que no se leen o títulos que quedan demasiado grandes, y corregirlos con suficiente margen de tiempo.

Composición y diagramación

De la misma manera que en otros soportes visuales, en una publicación editorial la manera de componer los elementos en página ayudará en la lectura del contenido. Cuando hablamos de diseño editorial, además de las normas generales de composición de imagen, hay que tener en cuenta la diagramación. La diagramación es la organización de los contenidos dentro de la página. Esta distribución de los elementos está basada en una retícula, que es un conjunto de relaciones basadas en la alineación, que actúan como guías para la distribución de los elementos. Existen muchos tipos distintos de retícula, así que podemos utilizar el que mejor se adapte a nuestras necesidades de composición o crear uno nuevo personalizado.

Figura 14. Ejemplo de diagramación adaptada a una retícula
Fuente: <https://pbs.twimg.com/media/CxAl79bVEAAuXij.jpg>.

Paginación

Si nuestra publicación va a estar encuadernada con grapa o cosida en librillos, el número de páginas que ha de tener será siempre múltiplo de cuatro. Si por el contrario vamos a elegir otro tipo de encuadernación –como espiral, fástener, tornillos de encuadernación manual o similares–, no será necesario tener esto en cuenta.

Figura 15. Imagen que ilustra cómo debemos calcular el número de páginas de la publicación según la encuadernación elegida
Fuente: <https://www.lorainefurter.net/>.

Artes finales

Las artes finales, como apuntábamos anteriormente, son una fase muy importante en el proceso de producción gráfica. Si nos interesa conocer de manera panorámica los distintos tratamientos de archivos tanto en el medio impreso como en el digital, recomendamos consultar el libro de Caldwell y Zappaterra, Diseño editorial: Periódicos y revistas. Medios impresos y digitales (2014). Para profundizar más en los aspectos técnicos de la gráfica impresa, recomendamos Bases del diseño. Impresión y acabados, de Ambrose y Harris (2015). Cuanto más sepamos de estos aspectos técnicos, mejor podremos controlar los resultados de nuestras publicaciones. A continuación damos algunos consejos básicos.

Las imágenes deben estar de manera ideal a 300 ppp o píxeles por pulgada. Si nuestra publicación va a ser digital, será suficiente con que las imágenes sean de 72 ppp, que es la resolución estándar de pantalla. No obstante, es siempre mejor trabajar de entrada a 300 ppp y luego reducir la calidad de las imágenes para versiones digitales del documento.

Cuando tengamos el diseño terminado, es aconsejable hacer una copia de este con los textos trazados. Para ello, seleccionaremos todos los campos de texto del documento y les aplicaremos la opción «convertir en contornos», que traduce las letras a formas de dibujo vectorial. Esta última versión será la que llevaremos a imprenta o subiremos a la red. Así nos aseguramos de que las tipografías que hemos utilizado se visualizan correctamente. Si no trazamos las tipografías, sobre todo en gráfica impresa puede ocurrir que la imprenta no reconozca el tipo de letra que hemos utilizado y la sustituya automáticamente por otra, lo que da lugar a efectos inesperados.

Tanto si vamos a llevar a imprenta nuestro documento como si lo vamos a imprimir en casa o subirlo a la red, es siempre aconsejable tener todos los elementos utilizados (imágenes, enlaces y tipografías) para la publicación juntos en una misma carpeta. En los programas de diseño podemos generar esta carpeta automáticamente con las opciones «Empaquetar» o «Reunir para impresión».

Para documentos impresos, deberemos incluir sangre de 3 mm aproximadamente por cada lado, sobre todo si hemos diseñado con imágenes o elementos que tocan los bordes del papel. La sangre es un área que desborda el margen del papel y que se utiliza para corregir el margen de movimiento en el corte que tienen las guillotinas, para evitar que en los bordes de nuestras páginas aparezcan filetes blancos. También exportaremos nuestro documento con marcas de corte para tener una referencia de por dónde se ha de cortar el papel para que las páginas queden a la medida elegida.

Figura 16. Esquema de marcas de corte
Fuente: diagrama realizado por la autora.