3. Metodología

3.3. Acercamiento, contacto y acceso al campo

Una vez seleccionados los tipos o perfiles de personas que se van a observar o entrevistar, o los lugares que se van a observar, comienza el proceso de acercarse al campo y de contactar con las personas adecuadas. Este proceso puede que se vea facilitado por una relación personal previa y que, como se comentaba, este haya sido el primer paso en el proceso de investigación. Si es así, estáis de enhorabuena. Si no, a continuación, se exponen una serie de directrices y recomendaciones para detectar y contactar sujetos para el estudio.

En primer lugar, es recomendable realizar una búsqueda exhaustiva sobre qué actor o actores son los más convenientes para responder a los objetivos o preguntas de la investigación y entran en el perfil que se busca. El perfil del casillero tipológico puede ser ampliado con otras características relacionadas con el nivel de accesibilidad y disponibilidad. Es importante que se prioricen a actores o instituciones con los que se haya tenido una relación previa o con los que alguna persona del entorno y de confianza haya tenido contacto. A partir de ahí, se puede investigar en internet si existe una cercanía física y/o una disponibilidad de fechas y horarios para realizar entrevistas presenciales u observaciones participantes. En función de todos estos factores conviene construir un listado, ordenado jerárquicamente por la facilidad de acceso a priori, y utilizar este listado para establecer el contacto.

Para empezar el proceso, lo más útil suele ser contactar vía correo electrónico. Las direcciones de correo son más fáciles de encontrar y, además, este medio otorga mucha más flexibilidad horaria al contactado/a para poder responder. No obstante, para actores constituidos como instituciones, no es descartable usar la vía telefónica, ya que las negativas suelen reducirse.

A la hora de enviar el correo electrónico, es importante escribir con concisión y claridad, tanto en el asunto como en el cuerpo del mensaje. Se debe dejar claro, primero, quiénes sois (estudiantes de una universidad, de alguna asignatura, etc.); segundo, qué estáis haciendo que tiene relación con la persona contactada (un trabajo para una asignatura, una investigación, etc.), y, tercero, la petición concreta que se le hace y para cuándo. Esta petición constituye el inicio de un proceso de negociación en el que se debe ser muy flexible. Es importante utilizar un lenguaje adecuado al interlocutor/a, dirigirse a este/a con cortesía (ya que, al fin y al cabo, le estáis pidiendo que os dedique su tiempo y atención), y legitimarse mencionando nombres de instituciones o conceptos compartidos, que demostrarán un cierto conocimiento y harán más probable la colaboración. Si se ha hecho alguna investigación previa sobre el agente o institución, será más fácil demostrar que vale la pena responder al correo.

La comunicación que se inicia debe mantener siempre un alto grado de transparencia, dejando claros los objetivos de la investigación o los objetivos de la entrevista u observación que se quiere hacer. Cuantos más detalles se den acerca de cómo se quieren desarrollar estas técnicas, mejor. Por este motivo, se pueden adelantar ciertos temas o preguntas generales de los guiones o pautas. También es muy importante dejar claro el compromiso ético y de respeto a la legalidad, sobre todo en lo relacionado con el tratamiento de datos. Por ello, es recomendable utilizar consentimientos informados. Un consentimiento informado es un documento donde la persona contactada acepta participar en la investigación una vez que la persona investigadora expone lo siguiente en dicho documento:

  • Quién realiza la investigación y por qué.
  • Cuáles son los objetivos de la investigación en general y de la entrevista u observación en particular. En el caso de un trabajo académico, conviene especificar que los materiales resultantes solo se utilizarán en este contexto y con este fin.
  • Cómo se va a recoger y tratar la información. Quién lo va a hacer.
  • Cómo se garantiza la anonimidad de la información o, en caso de que esta sea imposible, difícil o no sea conveniente para la investigación, dejar constancia de ello.
  • Enunciar los beneficios que reporta la participación para ambas partes y los peligros, que, salvo en temas delicados, suelen ser pequeños o nulos.
  • Un apartado donde la persona o institución contactada acepta, normalmente mediante firma, participar en la entrevista o permitir la observación bajo las condiciones recogidas en este documento de consentimiento informado.

El documento de consentimiento informado no es necesario para la administración de un cuestionario o una encuesta. Se sustituye por la inclusión de una información o contenido similar en la introducción verbal o escrita del cuestionario, que la persona participante tiene que aceptar de algún modo (verbal o escrito).

Además de ser transparentes y éticos, también se debe intentar incentivar la aceptación de la propuesta. Para ello, además de la legitimación institucional o de conocimiento antes mencionada, es recomendable presentar qué posibles beneficios para el/la contactado/a pueden derivar de la participación. En último extremo, en el caso de investigaciones financiadas o desarrolladas por instituciones, se pueden llegar a ofrecer ciertas recompensas, como regalos de bonos de dinero, descuentos o material de promoción. Obviamente, esto solo es posible en caso de contar con financiación, pero existe algo que siempre se puede dar como recompensa: una copia digital del trabajo, cuando esté acabado.

Una vez conseguida la aceptación de la propuesta o el acuerdo, es importante agradecer la respuesta positiva. También hay que agradecer las respuestas negativas, por cortesía y por mantener una buena relación cara a futuras ocasiones. Días antes del encuentro, conviene realizar un recordatorio, breve y cortés, con la información relativa al lugar, día y hora acordados.