5.1. ¿Transformar el qué?
5.1. ¿Transformar el qué?
Como decíamos en el segundo capítulo («Breve cronología del dibujo»), nadie sabe a ciencia cierta por qué o para qué realizaron los dibujos de las cuevas nuestros antepasados. Se barajan distintas explicaciones, y una de ellas relacionaría este arte rupestre con la magia. En Los chamanes de la prehistoria (1996/2010), el prehistoriador Jean Clottes y el arqueólogo y doctor en Antropología Social David Lewis-Williams argumentan que las pinturas rupestres tenían funciones chamánicas, es decir, espirituales y curativas. Podemos concluir entonces que, para estos autores, ese arte paleolítico tenía una función transformadora.
Ahora vayamos a otro momento histórico; para los surrealistas, el objetivo era transformar el mundo usando el arte como vehículo para canalizar el inconsciente. El objetivo de manifestar la realidad deseada –la que ve el ojo interior, como decía Max Ernst (Schamoni, 1991)– a través de los objetos o materiales de la realidad exterior, para producir una transformación; una «sobre-realidad». Para alcanzar el «automatismo psíquico puro», y así acercarse a la meta final de transformar el mundo, los surrealistas se valieron de diversas técnicas, entre las que se encuentran unas cuantas relacionadas con el campo del dibujo: cadáveres exquisitos, frottage, grattage, decalcomanía, papeles húmedos, etc. El interés en estas técnicas radicaba en la importancia del azar como elemento clave para abrir la puerta al automatismo que dejara atrás el pensamiento racional, es decir, se hacía hincapié en la accidentalidad como elemento provocador para mover la percepción de los lugares comunes –o zonas de confort– y, así, transformar los esquemas de pensamiento para producir cambios que condujeran al ser humano a conectar con su potencialidad latente.
Como señala Frantisek Smejkal, el dibujo también era utilizado por los surrealistas como una herramienta para dejar un registro de la actividad onírica (Smejkal, 1974, pág. 7). Un tema de vital interés para ellos, que seguían los preceptos de Sigmund Freud, quien afirmaba que los sueños son «la ruta real al inconsciente».
A continuación, mencionamos algunos proyectos contemporáneos que trabajan utilizando el dibujo como un medio que contribuya al cambio.