5. Casos transformadores

5.5. BLU

Las fotografías presentadas a continuación fueron tomadas en el PAC de Milán, cuyas paredes están pintadas por Blu en 2007. En ellas se ve una montaña de cocaína que representa al dios del mundo (coronando la cúspide de la pirámide vemos el símbolo de la Trinidad o el Ojo que Todo lo Ve). Unas cuantas de las personas representadas se hallan en un estado de sumisión (su actitud es comparable a la de la genuflexión), si bien la obra podría tener múltiples lecturas; de hecho, vista semánticamente, es una de las más complejas realizadas por el artista. También es interesante el detalle de los brazaletes de algunos de los personajes, que presentan una esvástica o el símbolo de las SS (la doble runa Sigel), o bien este último símbolo transformado en $$ (el símbolo del dólar o el dinero en general).

Fig. 1

Fig. 2

Figuras 1, 2 y 3. Paredes del PAC de Milán pintadas por Blu (2007). Fotografías realizadas por el autor.
Figuras 1, 2 y 3. Paredes del PAC de Milán pintadas por Blu (2007). Fotografías realizadas por el autor.

 

Conclusiones

Es difícil encontrar un patrón en obras tan diversas como las citadas; a lo mejor, ni siquiera es necesario, pero seguramente sí podemos encontrar algunos elementos comunes que nos pueden ayudar a detectar y trabajar con esta voluntad transformadora del dibujo.

Los ejemplos mencionados tienen una fuerte carga de crítica social. Invitan a la reflexión plasmando gráficamente conceptos polémicos, no normativos, subversivos o no hegemónicos.

Parten de discursos propios con los que se mantiene una intensa relación emocional. Los artistas mencionados dicen aquello que solo ellos pueden decir: su discurso es personal (tanto visual como narrativo) y propio, con el que mantienen un vínculo emocional que se traspasa al dibujo. Dicho de otra forma: no hablan con otras voces, no buscan ser otros sino que son ellos mismos.

Finalmente, hay un fuerte trabajo con las narrativas. Estas pueden ser generadas por el propio artista o trabajando con un autor cuyo discurso nos resulte afín. Las narrativas permiten que el lector pueda seguir el trabajo, pero además tienen un beneficio adicional; al parecer, nuestros cerebros están preparados para retener historias; por esa razón, si ponemos el dibujo al servicio de una narrativa (la que sea: literal o conceptual), nos aseguraremos de que nuestro mensaje sea retenido por nuestros lectores/espectadores durante mucho más tiempo.

Los ejemplos que hemos visto ilustran e inspiran el uso del dibujo con una voluntad transformadora en el campo del arte y la ilustración, pero también es interesante pensar en cómo podemos usar el dibujo con esta misma voluntad en procesos de diseño participativos y abiertos, o incluso en actividades sociales cotidianas.