Otredad

Diccionario

Descripción

El concepto de otredad hace referencia al reconocimiento y construcción de la alteridad, es decir, de aquello que se percibe como diferente o ajeno al propio sujeto o grupo social. Esta noción implica un proceso complejo de distinción entre el «yo» o «nosotros» y el «otro» o «los otros», que involucra dimensiones identitarias, culturales, políticas y éticas.

En el ámbito filosófico, el concepto de otredad se desarrolla principalmente a partir del siglo XX, aunque sus raíces pueden encontrarse en la filosofía hegeliana con su dialéctica del amo y el esclavo. Mediante esta figura, Hegel describe la lucha entre dos conciencias que buscan el reconocimiento recíproco, pero terminan en una relación de dominación y un reconocimiento imperfecto. Es Emmanuel Levinas (2002) quien profundiza en esta noción con su ética de la alteridad, en la que plantea que la relación con el «otro» es una condición para la construcción de la identidad o del ser. Esta aproximación supone una ruptura con la tradición filosófica occidental centrada en el sujeto y desarrolla la idea de que la subjetividad solo se constituye en la relación con la alteridad y no tanto o no solo en su relación con el objeto.

La otredad guarda una estrecha relación con otros conceptos como alteridad, identidad y exclusión. Si bien alteridad y otredad suelen utilizarse como sinónimos, algunos autores establecen matices: mientras la alteridad sería una categoría más amplia que designa la diferencia en general, la otredad implicaría específicamente una diferencia construida desde relaciones de poder asimétricas. La identidad, por su parte, se configura en gran medida mediante la diferenciación respecto a la otredad, pues el reconocimiento de lo que no somos contribuye a definir lo que sí somos. En cuanto a la exclusión, esta aparece como una consecuencia frecuente de los procesos de «otrificación», cuando la diferencia se traduce en desigualdad o marginación.

Desde una perspectiva poscolonial, un ejemplo de estas relaciones conceptuales es el orientalismo, un concepto  desarrollado por Edward Said (1978) para analizar cómo Occidente construye una imagen de Oriente como su «otro» al proyectar en este características opuestas a las que se atribuye a sí mismo (por ejemplo el exotismo, la sexualización, el misterio, la irracionalidad o el atraso). Este proceso de «otrificación» permite a Occidente definirse por contraste y justificar las relaciones de dominación, tanto simbólica como material y política.

Desde la perspectiva sociológica, la otredad resulta crucial para comprender cómo se construyen las identidades colectivas y las dinámicas de pertenencia. Los grupos sociales y culturales se definen, en gran medida, por contraste con aquellos que consideran diferentes, y establecen fronteras simbólicas que regulan la inclusión y la exclusión. Como señala Zygmunt Bauman (2005, pág. 53): «la identidad nacional se construye sistemáticamente como oposición a los “otros” elegidos».

Las relaciones de poder son inherentes a la construcción de la otredad, pues la designación del «otro» rara vez ocurre en condiciones de igualdad. Quien tiene el poder de nombrar y representar al otro ejerce una forma de dominación simbólica que puede legitimar o reforzar desigualdades estructurales. La otredad se convierte así en un mecanismo para naturalizar jerarquías sociales, culturales, raciales o de género, presentándolas como diferencias esenciales o inevitables. Este proceso ha sido especialmente visible en los contextos coloniales y poscoloniales, en los que la construcción del «otro» colonial como inferior, primitivo o exótico ha servido para justificar proyectos de dominación (Spivak, 2010).

En el ámbito visual, artistas como Ana Mendieta han explorado la otredad desde su propia experiencia como mujeres y como sujetos sometidos (Abby, 2015). En su serie Siluetas (1973-1980), Mendieta inscribe su cuerpo en el paisaje para cuestionar los límites entre lo propio y lo ajeno, entre la naturaleza y la cultura, visibilizando así las políticas del cuerpo y la pertenencia. Su trabajo supone una reflexión crítica sobre la construcción del «otro» y las relaciones de poder implicadas en este proceso (Blocker, 1999).

Un segundo ejemplo artístico también se basa en la idea de las siluetas. Así, en The End of Uncle Tom and the Grand Allegorical Tableau of Eva in Heaven (1995), la artista Kara Walker emplea siluetas negras para esculpir una narrativa visual que desafía la imagen tradicional de lo «otro». La obra utiliza trazos sencillos y contrastes profundos de siluetas con su entorno para desvelar una crítica a los estereotipos raciales heredados de la historia colonial. Walker descompone la imagen del «otro» y muestra cómo se ha construido la frontera entre lo conocido y lo desconocido, lo nuestro y lo ajeno (Peabody, 2012).

En resumen, la otredad mantiene una relevancia central para el análisis de las dinámicas sociales, culturales y artísticas en un mundo contemporáneo marcado por la globalización, los flujos migratorios y las constantes luchas de poder. Las relaciones geopolíticas entre el norte y el sur globales continúan reproduciendo imaginarios coloniales que esencializan la diferencia y naturalizan la desigualdad, incluso décadas después de que el dominio colonial haya finalizado oficialmente. Como apunta Restrepo (2007, pág. 95): «las nuevas formas de colonialidad se caracterizan por la persistencia de la diferencia colonial, aunque bajo modalidades que ya no requieren necesariamente del dominio territorial directo».

Asimismo, diversos movimientos sociales y corrientes de pensamiento crítico han cuestionado y desarrollado las lógicas de la «otredad», proponiendo aproximaciones que la relacionen y complementen con perspectivas decoloniales y feministas (Sánchez Muñoz, 2013). Como sugiere Vásquez Rocca (2015, pág. 18), se trata de «pensar la alteridad no como amenaza sino como condición de posibilidad para una convivencia basada en la reciprocidad».

Bibliografía

Abby (2015). «Siluetas series 1973-78». In Ana Mendieta [entrada de blog].  <https://blogs.uoregon.edu/anamendieta/2015/02/20/siluetas-series-1973-78/>

Bauman, Z. (2005). Identidad. Buenos Aires: Losada.

Blocker, J. (1999). Where Is Ana Mendieta? Identity, Performativity, and Exile. Durham: Duke University Press.

Levinas, E. (2002). Totalidad e infinito: ensayo sobre la exterioridad. Salamanca: Sígueme (1.ª ed. 1961).

Peabody, R. (2012). «Kara Walker, on The End of Uncle Tom». Word & Image (vol. 28, n.º 2, págs. 181-192) [en línea]. <https://doi.org/10.1080/02666286.2012.677622>

Restrepo, E. (2007). «Identidades: planteamientos teóricos y sugerencias metodológicas para su estudio». Jangwa Pana (n.º 5, págs. 24-35).

Said, E. W. (1978). Orientalismo. Barcelona: Penguin Random House.

Sánchez Muñoz, R. (2013). «Apuntes para pensar la violencia contra las mujeres desde la categoría de “otredad”». Revista de Filosofía (vol. 51, n.º 80, págs. 179-192) [en línea]. [Fecha de consulta: 30 de abril de 2025]. <https://ve.scielo.org/pdf/l/v51n80/art12.pdf>

Spivak, G. C. (2010). Crítica de la razón poscolonial: hacia una historia del presente evanescente. Madrid: Akal.

Vásquez Rocca, A. (2015). «Otredad, alteridad y corporeidad: La experiencia del cuerpo ante la imagen especular». ResearchGate [en línea]. [Fecha de consulta: 30 de abril de 2025]. <https://www.researchgate.net/publication/348281896_Otredad_alteridad_y_corporeidad>