Hablamos de expresión para referirnos a un proceso por el cual una idea o un sentimiento son presionados desde dentro hacia fuera. Expresar algo implica siempre exteriorizarlo, sacarlo del interior, ponerlo al alcance de los demás. En su formulación moderna, las prácticas artísticas suelen asociarse a la posibilidad de expresarse de manera irrestricta, poniendo en práctica formas totales de libertad. En el ámbito político, la noción «libertad de expresión» designa las garantías que cualquier persona tiene para formular sus opiniones y compartirlas en la esfera pública sin represalias.
Si bien todo dibujo expresa siempre algo, existe una formulación histórica, el expresionismo, que presta especial atención a las diferentes maneras en las que la realidad es construida y mediada por las emociones. El expresionismo es un movimiento cultural que comienza a expandirse por Europa a comienzos del siglo xx como consecuencia de la soledad y la miseria provocadas por la guerra. Uno de sus ejemplos más emblemáticos, hoy convertido en icono cultural (y que incluso circula diariamente sintetizado en forma de emoticono), es El grito (1893) del artista noruego Edvard Munch (1863-1944), una pintura de pequeño formato que cifra la angustia y la desesperación existencial propia de ese momento histórico. Otro caso paradigmático son los dibujos del artista Egon Schiele (1890-1918), que contienen algunos de los ingredientes necesarios para redondear una obra expresionista: líneas gestuales y nerviosas, colores impetuosos, emociones atropelladas, temas prohibidos o sexuales, una vida tortuosa y asociada a la locura. La artista Frida Kahlo (1907-1954) ha alcanzado también el estatus de icono del sufrimiento y los tormentos médicos, dejando como legado una prolífica galería de autorretratos dotados de una enorme intensidad psicológica.
Parte de las innovaciones de los expresionistas, especialmente asociadas a la gestualidad, la subjetividad descentrada y lo grotesco, migraron pronto hacia un abanico de disciplinas colindantes, asociadas intrínsecamente a las prácticas de dibujo. El animador Jan Švankmajer ha compuesto, por ejemplo, un cuerpo extenso de animaciones realizadas con stop-motion que beben directamente del imaginario del expresionismo. En Dimensions of Dialogue (1982) una serie de personajes se canibalizan permanentemente, y luego de deglutirse y procesarse, se regurgitan. Cada ciclo de ingesta y vómito reduce los elementos que componen al otro, atomizando sus materiales elementales, y acelerando un proceso de homogeneización donde la diferencia entre los personajes paulatinamente se va diluyendo. La obra de Švankmajer ha ejercido también una influencia notable en dibujantes y pintores contemporáneos como Antony Micallef o Allison Schulnik, que incorporan una mirada expresionista enriquecida por los aportes del autor checo.
En términos generales, las diversas maneras en que la gente se expresa se han convertido hoy en el centro de atención de investigadores y artistas. La emoción y el afecto son ahora vistos como dimensiones cruciales para la cognición y la comunicación, y organizan globalmente las estrategias comerciales de las empresas y las campañas electorales. Los algoritmos de las redes sociales seleccionan contenidos segmentados, del máximo impacto emocional posible, para mantener a los usuarios permanentemente en línea, y ofrecen un menú de respuestas emocionales prefabricadas. En este sentido, la teórica cultural Jodi Dean (2014) señala que a pesar de que votamos a menudo y compartimos permanentemente nuestras opiniones, la posibilidad de cambiar la realidad se encuentra, en el fondo, paralizada. Todo el mundo se expresa y las cosas parecen seguir siempre igual porque no importa tanto qué argumentos son vehiculados o quiénes lo vehiculan, sino que es la circulación misma la que produce valor. La red se alimenta de la crispación expresiva de sus usuarios. Lejos de mermar nuestra habilidad y derecho de expresarnos, posiciones como la de Dean desmenuzan y problematizan las maneras en que la expresión, en sí misma, puede ser capturada y convertida en un bien de intercambio.
Referencias
Dean, Jodi (2014). The limits of the Web in the Age of Communicative Capitalism. Art&Education. Conferencia
Disponible en https://www.artandeducation.net/classroom/video/174211/jodi-dean-the-limits-of-the-web-in-an-age-of-communicative-capitalism
Consulta 25/06/2019
Manubens, Anna (2014). Visceral Blue, Hoja de sala. La Capella: Barcelona.
Disponible en http://lacapella.barcelona/system/files/2018-08/BCN-PR-15_FullSala_Comissariat_ESP.pdf
Consulta 25/06/2019
Schulnik, Allison y Grizzly Bear (2009). Ready, able. Videoclip.
Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=Puph1hejMQE
Consulta 25/06/2019
Švankmajer, Jan (1982). Dimensions of Dialogue. Animación.
Disponible en https://vimeo.com/116020064
Consulta 25/06/2019