2.5. Adquisiciones
El gasto destinado a las adquisiciones de bienes culturales que pasan a formar parte de las colecciones del Estado es un gasto público en cuya gestión, regulada por la legislación vigente, intervienen varios organismos gubernamentales, si bien las adquisiciones se realizan a través de la Dirección General de Bellas Artes cuando se refiere a compras destinadas a museos estatales. Estas adquisiciones se realizan en líneas generales partiendo de un proceso de selección que puede ser: licitación pública, concurso público o adjudicación directa si es de menor cuantía.
En los últimos años (2019 y 2020), Cultura invirtió cerca de tres millones de euros en la adquisición de nuevos bienes para las colecciones públicas, donde el porcentaje más alto de gasto es el destinado a las obras del Museo Nacional del Prado y del Museo Nacional Centro Arte Reina Sofía.
Aunque de una manera más reducida, no hay que olvidar la incorporación de piezas artísticas llevadas a cabo gracias a los mecenas que realizan donaciones particulares.
Un ejemplo son las quince adquisiciones del Museo Nacional del Prado recogidas en la exposición temporal titulada El legado de Carmen Sánchez. La última lección (23/03/2021 – 24/10/2021) antes de pasar a la colección permanente. El proceso de las adquisiciones ha durado tres años y se ha realizado con la intención de cubrir algunas lagunas de la colección pública gracias a la maestra Carmen Sánchez, que en su testamento legó sus ahorros y su inmueble al Museo para este fin.
En el ámbito autonómico, se puede destacar algún ejemplo como el CA2M Centro de Arte Dos de Mayo, que custodia la colección de arte contemporáneo de la Comunidad de Madrid. Esta colección, que se extiende hasta principios de los años ochenta, aumenta cada año según la política de adquisiciones ejecutada a partir de una comisión formada por personal de la Consejería de Cultura y del CA2M, más dos agentes profesionales ajenos a la Administración. Además, desde 2013 el centro custodia igualmente la Colección de la Fundación ARCO, que suma presencia internacional y crece anualmente tras la celebración de la feria. Ambas colecciones suman más de dos mil piezas.
El CA2M prepara exposiciones periódicas en sus salas invitando a comisarios y artistas para que trabajen sobre estas, se encarga de realizar sus préstamos para exposiciones nacionales e internacionales, y desde la Consejería se organiza una muestra anual para la RED ITINER, que visita diferentes salas de la región durante doce meses. A esto se suman las «cápsulas de colección», obras de la colección instaladas de manera casi permanente en espacios de tránsito del museo (las piezas van rotando cada cierto tiempo). Estas iniciativas responden a la responsabilidad como colección pública de trabajar para su difusión. El CA2M defiende la contextualización de las obras desde las prácticas artísticas contemporáneas para estrechar la dialéctica entre el centro y su público, y renovar así la colección a partir de las posibilidades interpretativas que necesariamente se reformulan con el devenir, para liberar a las obras de una visión estática y asincrónica.
Esto no es algo nuevo, sucede con muchas colecciones públicas y también privadas (Colección MACBA en espacio público, «Nuevas narrativas» en el MACA, las muestras periódicas con colecciones de Patio Herreriano, IVAM, MUSAC, etc.), puesto que estas deben ser entendidas como entes vivos, en permanente movimiento y cambio, porque permiten contar muchas historias y formular muchas preguntas.
Con motivo de las adversidades ocasionadas en el sector del arte por la crisis sanitaria de 2020, diferentes entes públicos aprobaron ese año partidas presupuestarias extraordinarias para la adquisición de obras de arte contemporáneo, como una forma de ayuda directa al sector a través de ofertas presentadas por galerías especializadas o por artistas sin representación.