Aspectos técnicos para documentar

Cómo fotografiar

La cámara y la fotografía

La fotografía hecha con una cámara fotográfica nos será muy útil para documentar nuestro trabajo, y para mostrar nuestra obra en el portafolio, pero también para capturar imágenes de referencia, inspiración, o como punto de partida para nuestro trabajo.

El hecho de trabajar digitalmente nos dirige claramente a realizar un flujo de trabajo totalmente digital desde la captura o digitalización de imágenes, hasta el resultado final.

También hay que tener en cuenta otros dispositivos como los móviles para la toma de fotografías, que captura momentos con rapidez y espontaneidad.

Es recomendable realizar las fotografías con una cámara fotográfica réflex, porque será el dispositivo que nos permitirá obtener imágenes con la calidad requerida.

Estas cámaras tienen capacidades muy interesantes y útiles: zoom óptico o la personalización del modo manual que permite configurar parámetros como la profundidad de campo, o el establecimiento del balance de blancos. Por otro lado, estas cámaras permiten trabajar en formato bastante versátil y profesional como es el formato RAW.

El término raw no es un acrónimo, como acostumbran a ser las denominaciones de gran parte de los archivos de imagen (jpg, png, tiff), sino un adjetivo en inglés que significa literalmente crudo, y lo que hace es guardar la imagen en bruto.

Ciertamente el nombre es bastante ilustrativo porque este formato precisamente conserva toda la información de la captura fotográfica realizada. Se dice que el formato raw es el ‘negativo digital’ porque tiene toda la información de la imagen que se ha obtenido en el proceso de captura con la cámara.

Si trabajamos con raw hay que usar un software específico para editar los ajustes de la imagen. La gran ventaja del formato raw es que la imagen no se degrada con los cambios que hacemos, y siempre podemos recuperar la información original.

La fotografía tiene dos vertientes importantes que hay que conocer. Una corresponde a los aspectos técnicos (manipulación de herramientas, accesorios, control de las herramientas, escalas y cálculos). La otra vertiente se refiere a los aspectos artísticos (composición, tratamiento del color, formato de la imagen, encuadre). Vamos a ver los dos aspectos, empezando por el técnico. Dos aspectos más que veremos en este tema de la fotografía es el tema de la iluminación y como crear un set en casa.

Aspectos técnicos

La cámara es un dispositivo fotográfico equipado con un objetivo. Las cámaras analógicas contienen un negativo físico, mientras que las digitales llevan un sensor.

Veremos a continuación los tipos de cámaras actuales: las cámaras compactas, las cámaras híbridas y las cámaras réflex.

Tipo de cámaras

  • Cámaras compactas. Estas cámaras pueden ser analógicas o digitales, y están pensadas para un público aficionado. Por eso en la mayoría de los casos son automáticas y con muy pocas posibilidades de ajustes. La óptica no es intercambiable y normalmente llevan un zoom incorporado. Son cámaras pequeñas con un visor de pantalla y sensores de medida reducida, y todo aquello repercute en la calidad de la imagen, que es muy limitada.
  • Cámaras híbrides o bridge, son un tipo de cámaras digitales de una gama ligeramente superior a las compactas. Tienen un sensor más grande, permiten ajustes manuales, y en algunos modelos también permiten el intercambio de ópticas. Este tipo de cámara está ganando suficiente aceptación entre el público, porque combina medidas y prestaciones.
  • Cámaras réflex. Estas cámaras son las más profesionales y de gama superior, y por consiguiente es el tipo de cámara que utilizaremos. A continuación detallamos los elementos y características.

El término réflex apela a la capacidad de visualizar de forma directa el encuadre real. Esta apreciación óptica casi exacta es posible por la reflexión interna (por medios de espejos) que conduce la luz, que entra por el objetivo, al visor superior de la cámara.

La cámara réflex está compuesta de dos elementos esenciales. El cuerpo y el objetivo, que es intercambiable.

En el cuerpo encontramos los siguientes elementos:

Cámara reflex

A continuación, vemos con más detalle las partes de la cámara réflex:

  • Visor: encuadra la foto. Informa de diferentes elementos, como por ejemplo: exposición, puntos de enfoque, tipo de flash, tipo de programa activado, subexposición o sobreexposición, entre otros.
  • Exposímetro: es el instrumento que mide la intensidad luminosa y determina los valores de apertura y velocidad de obturación para obtener una exposición correcta.
  • Pantalla: nos muestra opciones de la cámara: obturador, diafragma, sensibilidad (según escala ISO), tipo de programa, exposímetro, modo de avance (único o en serie), balance de blancos, calidad de la imagen, batería, fotos que quedan en la tarjeta, etc. En muchos casos la visualización de esta información es personalizable.
  • Mecanismo de enfoque: puede ser manual o automático. La mayoría de cámaras tienen varios puntos de enfoque dentro de la pantalla. El mínimo de puntos o zonas de enfoque que puede tener una cámara es de cuatro. Algunos modelos tienen más de 45 zonas. Hay modelos que incluso enfocan basándose en la mirada del fotógrafo. El enfoque también puede ser sobre sujetos/objetos en movimiento o estáticos, y también tienen la posibilidad de hacer el seguimiento de un motivo en movimiento.
  • Disparador: botón que nos permite elegir el momento exacto de la exposición.
  • Diafragma: es un mecanismo de apertura variable en el objetivo de la cámara que regula la medida del haz de luz (denominada la apertura de diafragma) que penetra. Este dispositivo, a pesar de que está en la óptica, se regula desde la cámara.
  • Obturador: entre el objetivo y el sensor existe un dispositivo mecánico compuesto por un conjunto de pequeñas láminas que controlan el tiempo que el sensor está expuesto a la luz (tiempo de exposición o velocidad de obturación).
  • Sensor: dispositivo que detecta y registra la imagen en el proceso de captura fotográfica.

Conceptos importantes cuando capturamos una imagen

A continuación se explican los conceptos técnicos más relevantes que hemos de tener en cuenta para que nuestras fotografías cumplan los mínimos de calidad requeridos:

1. Exposición fotográfica. Es la relación entre tres elementos: la velocidad de obturación, la apertura del diafragma, y la sensibilidad en escala ISO. Una exposición correcta permitirá obtener una imagen con la densidad correcta. Por densidad correcta entendemos el oscurecimiento o la claridad de la imagen que se corresponda con la imagen real y que viene determinada por la medición de la luz que hacemos con la exposímetro de la cámara.

2. Sensibilidad o escala ISO. La sensibilidad es la cantidad de luz que necesita el sensor para reaccionar y conseguir la densidad necesaria. La densidad, en la fotografía analógica, era la cantidad de ennegrecimiento del negativo en relación a la luz que había absorbido.

Cuanto mayor sea la sensibilidad de la película o del sensor, menos exposición lumínica se necesita para formar la imagen. Los valores de la escala ISO tienen su origen en la fotografía analógica. Los valores de sensibilidad fotográfica determinan la reacción de la emulsión del negativo a la luz. La emulsión es una sustancia química sensible a la luz que se utiliza para recubrir las películas y los papeles fotográficos.

Esta sensibilidad se mide en una escala que se llama escala ISO. Cada  es el doble de sensible que el anterior y la mitad que el posterior.

Utilizamos valores más altos de ISO en condiciones lumínicas pobres, pero tenemos el riesgo que en la imagen aparezca ruido (el ruido es un efecto de variaciones cromáticas donde el color tenía que ser totalmente uniforme y plano). Una norma no escrita dice que es mejor usar el nivel de sensibilidad ISO más bajo posible por evitar la aparición de ruido, a pesar de que las cámaras más modernas tienen unos niveles de ruido casi imperceptibles.

3. Velocidad de obturación. La obturación es el tiempo que damos de exposición al sensor o al negativo. Regula el tiempo desde que el obturador se abre y deja pasar la luz hasta que se cierra. La velocidad de obturación indica, por lo tanto, cuánto tiempo dura la exposición a la luz.

Los valores de escala de obturación corresponden a diferentes velocidades y nos dan diferentes resultados estéticos.

A pesar de que no podemos hablar de tiempos rápidos o lentos sin hacer referencia a la situación que estamos fotografiando, a efectos prácticos y en la mayoría de situaciones, podemos distinguir varios tiempos:

  • Tiempo de exposición cortos: superiores a 1/60 segundos; el obturador se mantiene abierto muy poco tiempo, por lo tanto, deja pasar menos luz hacia el elemento fotosensible. Con estas imágenes, según la óptica utilizada, se consigue congelar o reducir notablemente el movimiento.
  • Tiempo de exposición largos: inferiores a 1/60 segundos; el obturador permanece abierto más tiempo, dejando pasar más luz. Con este tiempo se consiguen imágenes movidas, desplazadas, que aportan mayor sensación de movimiento y desplazamiento. Con estos tiempos de obturación es recomendable el uso de un trípode para que la cámara no se mueva con el pulso.

4. Profundidad de campo. Es la distancia entre el primer punto de la imagen que aparece enfocado y el último también enfocado. Esta zona varía según la óptica, el diafragma que usemos y la distancia entre la cámara y el motivo fotografiado. Este parámetro relacionado con la óptica de la cámara permite remarcar en el encuadre fotográfico áreas diferenciadas por enfoque. De hecho, este no deja de ser un recurso óptico natural, puesto que nuestro ojo también visualiza atendiendo a la profundidad de campo. Este parámetro permite establecer relaciones visuales espaciales entre los objetos y sujetos que aparecen en nuestro campo visual. Por lo tanto, las cámaras réflex consiguen unas fotografías con más relevo (y, de hecho, mayor realismo) en comparación, por ejemplo, con dispositivos como las cámaras compactas que muestran todos los elementos de la fotografía «enfocados». Estas fotografías resultan más «planas» porque no hay diferencias de enfoque, y todo tiene la misma importancia visual.

Dos imágenes de ejemplo sin profundidad de campo. Los objetos están enfocados mientras que el fondo está considerablemente desenfocado. La sensación de profundidad es mayor.
Fuente gráfica: Marc Bessons.

Ejemplos de fotografías con profundidad de campo. Todos los elementos aparecen enfocados aunque estén alejados. Tenemos la sensación de que todo está en un mismo plano.
Fuente gráfica: Marc Bessons.

5. Balance de blancos. El balance de blancos es un ajuste que establece qué valor lumínico (cromático) de la captura fotográfica corresponde al color blanco. Dado que la temperatura de color de la luz de cada momento varía, es posible que la cámara capture, por ejemplo, una fotografía con predominio de rojizos o azules. Si no se establece correctamente qué blanco de la fotografía corresponde a un blanco que reconozcamos visualmente como tal, es muy probable que haya dominio de un color. Estableciendo, por lo tanto, un valor ópticamente correcto para el blanco, el resto de colores en principio se capturarán sin dominios cromáticos y se conseguirán los colores «reales».

Este ajuste lo realiza de forma automática la cámara y con unos resultados, en términos generales, correctos. Hay que saber, sin embargo, que una cámara réflex permite ajustar de forma personalizada este valor para cada sesión fotográfica, si así lo deseamos. Sin embargo, hará falta trabajar en modo manual (no automático) para poder configurar este valor.

Ampliación de aspectos técnicos

Hay ocasiones en que la fotografía distorsiona un poco el color. Por eso, teniendo en cuenta la importancia de la exactitud del color en el taller de pintura y color, en el transcurso del semestre necesitareis conocer con más detalle algunos aspectos técnicos de la fotografía, para poder documentar el color y el proceso de generar los colores de una obra.

Podéis encontrar estos conocimientos en los dos documentos siguientes:

Aspectos artísticos

«La fotografía es para mí el reconocimiento a la realidad de un ritmo de superficies, de líneas y de valores; el ojo recorta el sujeto y la cámara no tiene otra cosa que hacer que su trabajo, es decir, imprimir en la película la decisión del ojo».

Cartier – Bresson

El acto de ver es un acto de simultaneidad. Vemos e interpretamos todo a la vez por lo tanto la imagen necesita que la organicemos para facilitar su comprensión. Tenemos que observar con la mirada del fotógrafo y pensar la imagen en términos de elementos compositivos: puntos, líneas, planos y texturas.

La composición nos servirá para organizar los diferentes elementos visuales que aparezcan en la imagen.

A continuación explicamos los diferentes aspectos artísticos que hemos de tener en cuenta cuando realicemos una fotografía: punto de vista, y reglas compositivas de entre las que explicamos a continuación las siguientes: el punto, las líneas, la regla de los tercios, la regla del horizonte y el encuadre.

El punto de vista

La mirada es esencial en la toma de imágenes fotográficas. El punto de vista es nuestra posición en frente de aquello que queremos capturar. El punto de vista cambia totalmente la escena que estamos fotografiando. Del mismo modo que en el cine, en la fotografía hay puntos de vista clasificados. Esto son los denominados: a nivel, picado, contrapicado.

  • A nivel: el punto de vista es frontal y a nivel de los ojos, con el plano focal perpendicular a la tierra. Con este punto de vista se consigue una apariencia más real y sin que se distorsione el sujeto fotografiado.

    Punto de vista normal.
    Fuente: Pixabay.
  • Picado: el punto de vista es más alto y queda por encima del sujeto fotografiado. Se generan distorsiones y tiene connotaciones psicológicas de superioridad.

    Punto de vista de picado.
    Fuente: Pixabay.
  • Contrapicado: el punto de vista es más bajo y lo fotografiamos desde debajo. Se distorsiona la imagen y tiene una carga psicológica importante, de forma que el sujeto fotografiado tiene más importancia y magnificencia.

    Punto de vista de contrapicado.
    Fuente gráfica: Marc Bessons.

Algunas reglas compositivas

Las reglas de composición se aplican a cualquier producto visual, ya sea una pintura, una ilustración, o una composición abstracta, entre otros ejemplos. Por lo tanto, también se aplican a la imagen fotográfica. Las reglas de composición las hemos de tener en cuenta para que las imágenes sean equilibradas y armónicas, o al contrario, para que sean dinámicas y contrastadas. También es importante centrar el interés en lo que queramos fotografiar, mediante los elementos compositivos. Es por lo tanto el vocabulario básico que usamos en la imagen. Veremos a continuación los aspectos esenciales de la composición: punto, líneas, regla de los tercios, regla del horizonte, y el encuadre.

El punto es el elemento mínimo en una composición y tiene mucha fuerza comunicativa. No tiene que ser sólo un punto físico, puede ser una forma significante, o un punto de fuga (que no aparece pero hace converger todas las líneas). Es, por lo tanto, un centro de atención.

Las líneas (diagonales, verticales, curvas y horizontales) se utilizan para dar continuidad a la imagen y nos ayudan a dirigir la mirada y a transmitir sensaciones (atención, placidez, agitación, etc.). Veamos qué nos transmite cada tipo de línea:

  • Las líneas largas y convergentes llaman mucho la atención.
  • Las líneas cortas y angulares en todas direcciones producen sensación de agitación, confusión y caos.
  • Las líneas horizontales dan una sensación de placidez, tranquilidad y monotonía. El ejemplo más común es la línea del horizonte.
  • Las líneas curvas generan suavidad y movimiento.
  • Las líneas verticales generan riesgo e inestabilidad.
  • Las líneas diagonales generan ritmo, dinamismo y acción.

Una muy buena forma de aprender el uso de las líneas en la composición fotográfica es analizar las fotografías de publicidad más tradicional.

Estas dos imágenes muestran ejemplos de composiciones con líneas curvas. La primera también muestra un objeto (una piedra) que es un punto de interés, reforzado por la dirección de la curva.
Fuente gráfica: Marc Bessons.

La imagen superior tiene una composición basada en diagonales. La inferior tiene una composición basada en líneas diagonales cortas.
Fuente gráfica: Marc Bessons.

La textura en fotografía se utiliza para crear una imagen sinestésica y con más poder de comunicación. Así pues el tronco de un árbol rugoso o la piel de un bebé servirán para ampliar el rango de comunicación de la fotografía.

Dos ejemplos de fotografías con texturas.
Fuente: Pixabay.

La regla de los tercios es una simplificación de la composición basada en la sección áurea, que establece la división del rectángulo en tercios de forma proporcional.

La sección áurea, es una regla de proporciones basada en el número áureo, y divide el rectángulo en zonas con una proporción considerada armónica desde la antigüedad.

En la regla de los tercios, cada línea de división se considera una línea fuerte y los puntos de intersección se consideran puntos fuertes. Todos los elementos situados en las líneas fuertes o en los puntos fuertes tendrán un peso visual más fuerte.

Así pues, sabiendo esto, como norma intentaremos situar los elementos más importantes de nuestra imagen en los puntos o líneas fuertes. Así nos aseguramos que los elementos importantes queden anclados visualmente y la composición esté equilibrada.

Ejemplo de composición con la regla de tercios. Los puntos fuertes del paisaje coinciden con los puntos fuertes del esquema de la regla de tercios.
Fuente gráfica: Marc Bessons.

La regla del horizonte sirve para situar el interés de la fotografía. Si situamos la línea del horizonte en el primero o segundo tercio aumentamos el interés de la fotografía. No es recomendable situar la línea de horizonte en medio de la imagen, porque la división de cielo y tierra en dos partes iguales es ambigua.

Esta fotografía es un ejemplo de la regla de horizonte. La línea del horizonte está situada en el primer tercio de la imagen.
Fuente gráfica: Marc Bessons.

El encuadre sirve para escoger entre lo que queremos introducir o excluir de nuestra imagen. Eliminaremos del encuadre todo aquello que moleste visualmente, todo lo que pueda desequilibrar la fotografía, o cualquier elemento de forma, color, o posición dentro del encuadre que pueda confundir al espectador o hacerle desviar la atención. En definitiva, excluiremos todo aquello que no aporte información para la comprensión de la fotografía.

El encuadre se puede hacer en el momento de hacer la fotografía, pero también se puede reencuadrar posteriormente, en el laboratorio (si el proceso es analógico) o en el ordenador, mediante un software de tratamiento digital (Adobe Photoshop).

Dos ejemplos de reencuadre. Arriba la imagen original, y abajo la imagen después de hacer el reencuadre.
Fuente gráfica: Marc Bessons.

Iluminación y creación de un set en casa

A continuación mostraremos de forma introductoria cómo realizar la fotografía de objetos en un estudio doméstico. Una de las ventajas de este tipo de trabajo es que permite repetir la fotografía si esta no es satisfactoria. Ahora bien, a menudo (y más todavía con la proliferación de dispositivos móviles fotográficos) la fotografía es un acto único y espontáneo. Factores como los elementos y la situación que captura la fotografía o la iluminación del momento hacen que la fotografía sea irrepetible. Por esta razón precisamente hará falta que la captura sea técnicamente correcta.

Recordad que la iluminación, el enfoque, el encuadre son elementos capitales para garantizar una fotografía correcta.

Componentes para crear un set doméstico

Antes de realizar las fotografías tenemos que configurar y planificar el set fotográfico, en nuestro caso un set doméstico. Para crearlo necesitamos:

  • Un espacio.
  • Puntos de luz, para crear la iluminación adecuada.
  • Material difusor para obtener luces suaves y uniformes, como por ejemplo papel de seda.
  • Apoyos para colocar y mostrar el trabajo u objeto que se quiere fotografiar.
  • Materiales para crear fondos homogéneos y material para fijarlos.
  • Trípode para fijar la cámara.

A continuación vamos a ver con más detalle los componentes de un set doméstico.

Artesanum (2017). Tutorial de fotografia de Artesanum. Disponible en http://fotos.blogartesanum.com/paso-2-montaje-del-set/ Consulta 28/09/2017
Artesanum (2017). Tutorial de fotografia de Artesanum. Disponible en: http://fotos.blogartesanum.com/paso-2-montaje-del-set/ Consulta 28/09/2017

El espacio

Tenemos que elegir un espacio interior con características adecuadas para crear cómodamente el set fotográfico. Una pared vacía y ancha, junto a una ventana para aprovechar la luz natural (a pesar de que también usaremos luz artificial) es lo adecuado.

Antes de montar la estructura resulta fundamental planificar correctamente el set fotográfico. Habrá que garantizar una iluminación y estabilidad suficientes en la sesión fotográfica para conseguir una imagen adecuada.

La Iluminación

Usaremos foco, un flexo, y luz natural. Podemos trabajar con luz natural, para lo cual nos ayudaremos de un reflector (cartulina blanca, porexpan, etc.) o bien podemos trabajar con luz artificial como foco (que podemos comprar en una tienda de iluminación) o flexos. Si usamos flexos tenemos que pensar que hemos de suavizar la luz, por eso necesitaremos difusores, de tipo, cartulinas, papel de seda, etc.

Al respecto de este tema, recomendamos la lectura de este recurso: Fotografiar cuadros o cómo conseguir el color exacto.

Apoyos

La mesa evidentemente servirá para soportar el objeto a fotografiar. La situaremos cerca o no de una ventana en función de si tenemos que contar con esta fuente de iluminación. En todo caso sí será siempre conveniente que la mesa se encuentre encarada contra una pared o una estructura similar.

También podemos usar otros apoyos como un pedestal hecho con una caja de madera, un banquillo, etc.

El fondo

Usaremos una cartulina de fondo, aprovechando la pared dónde hemos colocado la mesa de apoyo. También hay la posibilidad de crear un fondo sin final, que podemos hacer con un rollo de papel continuo colgado en la parte superior de la pared. Todo dependerá del tipo de obra que queramos fotografiar.

Tenemos que disponer de materiales para fijar los elementos: cinta adhesiva normal o de doble cara, pinzas.

Una única cartulina cubrirá tanto el fondo inferior como el posterior del objeto de forma continua. El objetivo es conseguir un fondo fotográfico continuo sin sombras en la zona de transición de tierra a la parte posterior.

Se tiene que sujetar con firmeza esta superficie, para que no se mueva, y hacer que se mantenga lo más plana posible, para evitar arrugas que puedan generar sombras y, por lo tanto, apreciarse en la fotografía.

Trípode

Una estabilidad controlada en la fotografía significará un enfoque preciso. En este sentido el trípode puede sernos de gran ayuda. Este recurso, además, nos ofrece la posibilidad de repetir el encuadre fotográfico, a pesar de variar la posición del elemento a fotografiar y/o de las condiciones lumínicas.

Esquemas de iluminación

En cuanto a la iluminación, la fotografía de interiores nos permite planificar mínimamente la luz. Por tanto, en la medida de nuestros recursos, tendremos que construir una distribución que garantice una iluminación suficiente y lo más armónica posible. El objetivo será conseguir una imagen con una iluminación generalizada que no presente sombras en ninguna zona del encuadre (objeto, fondo…) ni tampoco puntos de luz acentuada. Por lo tanto, miraremos de huir de iluminaciones con connotaciones comunicativas para conseguir una fotografía de objetos funcional y transparente.

Podemos trabajar con diferentes planificaciones de iluminación. Estas dependerán en buena medida de los recursos de que dispongamos. Teniendo en cuenta los recursos domésticos (y por lo tanto no profesionales) de que podamos disponer, proponemos a continuación tres supuestos posibles.

El primer paso es el montaje estructural de la escena fotográfica. Por eso se deberá tener en cuenta tres elementos fundamentales: la fuente o fuentes de iluminación, la mesa y una superficie de apoyo para el fondo como puede ser una pared o una pantalla.

Los esquemas de iluminación ayudan a planificar y colocar todos los elementos antes de la captura fotográfica. Los tres esquemas más adecuados, para que no se generen sombras e iluminen con una luz uniforme son:

  • Dos luces a 45: consiste en poner dos luces, una a la izquierda y otra a la derecha, con una posición de 45º respecto del objeto que se fotografía.
  • Triángulo: está formado por una luz principal, una luz de relleno y una luz de contra. La luz principal es la de más intensidad. Se tiene que poner con una posición de 45 grados respecto del objeto. Se puede variar la distancia. Según sea mayor o menor, las sombras serán más oscuras o más suaves. La luz de relleno se tiene que poner en el otro lado, también con 45º. La intensidad será menor que la principal. Por último, la luz de contra se tiene que colocar detrás del objeto, para contrastar el efecto de las otras luces.
  • Caja de luz: se tienen que colocar luces con difusores en los lados, arriba y abajo, en 360º. Los difusores pueden ser profesionales (softbox) o bien se pueden hacer con cartulina o cartón pluma, o cualquier superficie que sea difusor.

Formatos de exportación y resoluciones de la cámara fotográfica

Hemos de tener en cuenta que con la cámara obtendremos imágenes digitales que deben estar archivadas en un tipo de fichero específico y con la resolución adecuada, según el uso que hagamos de ella.

Si no utilizamos el formato y resolución adecuados nos encontraremos con dificultades, bien porque los ficheros tienen demasiado peso en memoria y los procesos de trabajo son lentos de manera innecesaria o, al contrario, porque la calidad de la imagen obtenida es insuficiente.

A pesar de que se debe valorar cada caso, en general os tenemos que recomendar configurar la medida en las opciones de la cámara y, por si a caso, contar con otra tarjeta de memoria o descargar las imágenes progresivamente para liberar espacio.

Tened en cuenta que posteriormente siempre podréis reducir el peso en memoria de cualquier fotografía (mediante un programa como Adobe Photoshop). Por el contrario, aumentar la resolución insuficiente de una fotografía ya realizada resulta siempre más crítico, a pesar de que técnicamente  sea posible.

El peso en memoria del archivo correspondiente dependerá de la configuración de la medida que hayamos determinado en el menú de la cámara, es decir de las dimensiones en píxeles de la imagen. Pero también dependerá del formato de archivo para cada fotografía. Por defecto, muy posiblemente, la cámara guardará las capturas realizadas en formato JPG. Pero hemos de saber que las cámaras réflex permiten también archivar la información en formato RAW.

La cámara almacena en el fichero digital la información lumínica de la imagen capturada. Así, entre otras posibilidades, un parámetro como el balance de blancos puede ser ajustado posteriormente en la captura fotográfica. Esta modificación posterior no sería posible con el formato jpg. Por esta razón el formato RAW a menudo es denominado como el negativo o película digital.

Por ejemplo, la cámara digital Canon EOS 5D ofrece las siguientes opciones de formatos de archivo:

  • JPEG con 3 opciones de compresión
  • RAW de 14 bits

Sin embargo, se debe tener presente que el peso en memoria de una fotografía en formato RAW será también bastante superior al de una imagen en formato JPG. De hecho nuestra cámara archiva las fotos en formato RAW a 14 bits frente a los 8 bits por píxel que necesita el formato jpg.

Igualmente hay que aclarar que trabajar con el formato RAW, en realidad, sólo tiene sentido si posteriormente realizamos la edición digital de la fotografía mediante un software especializado. Si archivamos las imágenes en JPG posteriormente las editaremos con Adobe Photoshop.

Formatos de archivo Características
JPEG Es un método de compresión con pérdida de información que también se usa como formato de archivo gráfico.

Por compresión con pérdida debemos entender que la imagen que abrimos después de comprimirla no es exactamente igual que la original. Sus utilidades más destacables son: la libertad del usuario para ajustar el grado de compresión y el poco «peso» de las imágenes que lo hacen ideal para almacenamiento, usos multimedia, etc.

 RAW Es un formato de archivo digital de imágenes que contiene la totalidad de los datos de la imagen tal como ha sido captada por el sensor digital de la cámara fotográfica.

Podremos manipular la imagen sin ninguna pérdida de calidad.

Necesitamos un programa específico para manipular el archivo (normalmente va incluido con el software de Adobe Photoshop).