1.2. Esfera: propiedades geométricas y físicas
1.2.4. La esfera en el mundo culto
Si el círculo encarnaba ideas de perfección y de totalidad en el orden bidimensional, la esfera lo hace a lo largo de la historia y en múltiples culturas en el orden tridimensional. A lo largo de los siglos, la bóveda celeste estrellada hizo pensar a los astrónomos que nos encontrábamos en el interior de una esfera perfecta. Sus características geométricas la han asociado a teorías filosóficas, desde la esfera inmutable de Parménides hasta la «esferología» de Peter Sloterdijk, que asocia la esfera a la atmósfera y nos recuerda lo que fue la primera esfera humana: el vientre materno.
Esto es lo que parecen sugerir las dos primeras imágenes: las esferas de gran precisión realizadas por culturas precolombinas y el «selfie» esférico de Escher. Podríamos recorrer toda la historia del arte a través de la esfera: la conexión simbólica del mundo celeste y terrestre, la representación de la perfección, la interpretación psicoanalítica…
Nos hemos fijado en el nacimiento de la esfera en entornos de pura interacción de fuerzas, en el mundo vegetal y animal. En el mundo inteligente, donde reina la abstracción, la anticipación al entorno y la complejidad, la esfera tiene una propiedad evidente: rueda. De la misma manera que hacíamos mención de la gran proliferación de simetrías circulares en el mundo «culto», podemos hablar también de una gran transversalidad de la esfera en el ámbito de la tecnología: rodamientos, cojinetes, piezas torneadas…
Los primeros perdigones se hacían dejando caer plomo líquido en un pozo con agua. Al reproducir condiciones de isotropía (en caída libre, la gravedad se anula; experiencia que utilizan algunas compañías para simular entornos antigravitatorios en el interior de un avión en caída a 9,8 m/s), las gotitas de plomo adoptan la forma esférica mientras caen, enfriándose bruscamente al entrar en contacto con el agua.
En la tercera imagen vemos un objeto esférico. Se trata de una esfera de silicio, creada para determinar con exactitud atómica el patrón del kilogramo, proyecto de 2011 para determinar el patrón de masa, con un número exacto de átomos de silicio. Para empezar, se mide con láser el diámetro de esta esfera extremadamente pulida. Conocida la densidad del silicio, se puede calcular el número de átomos con una precisión asombrosa. La esfera ideal, abstracta y geométrica, se transmuta en un objeto físico que, a la vez, permitiría conceptualizar y «estabilizar» el patrón del kilogramo sin necesidad de depender de un objeto físico.
Recapitulando, podríamos decir que la esfera y la simetría circular aparecen con facilidad en entornos donde existen condiciones de isotropía, sin direcciones privilegiadas en la interacción de fuerzas físicas. En el mundo vivo tiene una función muy clara de proteger y de ralentizar el intercambio termodinámico. En el mundo culto simboliza la perfección y la totalidad, forma parte intrínseca de la tecnología, y nos permite comprender de forma abstracta otros patrones físicos.