1.3. Construcción y posibles materializaciones de la esfera y el círculo
El objeto más esférico del mundo está hecho con alta tecnología y costó más de un millón de euros solo en el material del que está hecho: silicio puro. Esta esfera, que pesa exactamente un kilogramo, se hizo para «estabilizar» la unidad kg del sistema internacional, la única que tiene un objeto físico como referencia. En su superficie, las diferencias entre valles y montañas se pueden contar por átomos, y si el objeto, de unos 5 cm de radio, tuviera el tamaño de la tierra, la diferencia entre el punto más alto y el más profundo sería tan solo de 14 metros. Es el objeto físico más esférico que existe.
Si no necesitamos tanta precisión, podemos recurrir a maquinaria, como por ejemplo el torno. En las fichas del toolkit «Tornear», podéis ver algunos vídeos sobre torneado en diferentes materiales, como madera o piedra, y con tornos de control numérico. Otra posibilidad es fabricarse un torno a medida para realizar piezas en yeso u otro material que endurezca rápidamente. Hacer un torno manual, con una varilla elevada que se pueda rotar a la manera de una manivela, no será difícil con un poco de ingenio y el espacio adecuado. Si recortamos en una chapa una semicircunferencia, nos hará de guía para obtener la esfera que deseemos. La vara o manivela, que quedará dentro de la pieza, ha de ser resistente para sustentar el peso del yeso.
Siempre podemos realizar un modelo en barro o plastilina. Y de la misma manera, a través de una plantilla, ir haciendo ajustes alrededor de sus diferentes ejes de simetría. Con paciencia, se puede llegar a ser extremadamente preciso.
En la ficha de técnicas «Vaciar» se pueden ver diversas maneras de realizar un molde, susceptibles de ser aplicadas para copiar objetos que nos interesen, en este caso, esféricos. Pero hay uno en particular que se realiza con moldes de tierra, generando un negativo fácilmente. Con un sistema rígido que nos haga de radio, podríamos vaciar una semiesfera muy precisa. Asimismo, se puede ver un sistema similar utilizado a mayor escala para la fabricación de una cúpula con ladrillos (elipsoide, en el caso del vídeo). Podríamos utilizar un disco de madera para hacerlo rotar y generar una semiesfera.
Por otro lado, actualmente, gracias al gran Buckminster Fuller, conocemos y podemos construir con poliedros regulares una cúpula geodésica como una semiesfera o como una esfera completa. Las caras de una cúpula geodésica pueden ser triángulos, hexágonos o cualquier otro polígono. Los vértices deben coincidir todos con la superficie de una esfera o con un elipsoide. El número de veces que las aristas del icosaedro o del dodecaedro son subdivididas dando lugar a triángulos más pequeños se llama frecuencia de la esfera o cúpula geodésica. Cuantas más subdivisiones, más nos acercaremos a la esfericidad.
Ved también:
Tenéis más información sobre elipsoides y superficies parabólicas en el apartado «Parábolas y catenarias».
En definitiva, la esfera tiene múltiples posibilidades de materialización. Conocer las implicaciones físicas, biológicas y culturales debe ayudar a resituar nuestro propio proyecto para realizar y concretar la materialización final.