4.1. Introducción
El ángulo puede ser definido geométricamente como la concurrencia o convergencia de dos rectas en un punto llamado vértice. La punta de un triángulo, la punta de un cono o de una pirámide, sea de superficies o de volúmenes, es un punto donde confluyen, concurren y concentran cosas. Cualquier materia que se distribuya sobre líneas, superficies o volúmenes se concentra a medida que se acerca al vértice de un ángulo. El ángulo las concentra, las lleva a un punto máximo de unión. Remover pintura en un cubo cilíndrico con un palo es muy fácil, no hay resistencia del líquido. Hacerlo en un cubo cuadrado o rectangular lo complica mucho, las esquinas de las paredes concentran el material. Hemos visto en otros apartados («Espiral») cómo los fluidos generan turbulencias espirales cuando son canalizados a través de un conducto anguloso.
Cuando canalizamos o concentramos un fluido, este aumenta de velocidad, disminuyendo su presión y enfriándose. Es lo que se llama el efecto Venturi. Gracias a este fenómeno se producen diferencias de presión que se utilizan en diversas tecnologías, desde la aerodinámica y la aeronáutica a los pulverizadores de pintura. Cuando canalizamos aire por la pistola se produce una diferencia de presión que «estira» la pintura y la mezcla con el aire saliente a través del difusor. En el interior de la pistola hay un embudo que «concentra» el aire.
A diferencia de la teoría de Kandinsky (figura 2) podríamos decir que, físicamente, un ángulo es frío. Si sacamos vaho con la boca abierta (circular), este sale caliente. Si, por el contrario, soplamos con los labios apretados, saldrá frío. El embudo, el ángulo, concentran y enfrían el aire.
Siguiendo el esquema propuesto en la introducción, iremos navegando a través de ejemplos visuales que nos permitan ilustrar los tres grandes ámbitos de interrelación: el mundo físico en pura interacción de fuerzas, el mundo biológico sujeto a la selección natural y el mundo humano o «culto» sujeto a lo que podemos llamar «selección cultural». La emergencia de unas formas y no de otras tiene siempre una serie de condicionantes: físicos, biológicos y culturales.