La creación artística no es solamente un proceso de ejecución en sí mismo, sino que comprende desde el momento más abstracto de ideación hasta la exposición pública final.
Para la primera frase, la ideación, resulta fundamental trabajar los referentes sobre los que se construye el proyecto tanto desde el punto de vista argumental o teórico, e incluso estético, tomando como fuente diferentes recursos que pueden proceder de la misma historia del arte, la cotidianidad, la naturaleza o incluso de la propia imaginación. En esta fase, es importante documentar las fuentes y los recursos con esbozos, que es recomendable incluir en el diario del artista.
En la fase de creación de la obra, se parte de las diferentes ideas trabajadas en el punto anterior analizando la técnica y las limitaciones en su realización como, por ejemplo, considerar el formato o los elementos que determinarán el resultado final de la obra materializada, entre otros. Por lo general, además, todo proyecto creativo debe responder a las siguientes preguntas:
- ¿Qué vamos a hacer y por qué?
- ¿Para qué?
- ¿Cómo lo vamos a hacer?
- ¿Qué materiales necesitamos?
- ¿Qué tiempo de finalización/entrega tenemos previsto?
De nuevo, podemos documentar este proceso y las respuestas a estas preguntas en un documento denominado dosier de proceso o el mismo diario del artista. El dosier de proceso se convertirá en una herramienta documental esencial para mostrar todas esas ideas, inquietudes, tanto estéticas como ideológicas, e incluso texturas de tipo matérico que forman parte de la experiencia de crear una obra artística.
Una vez concluida la pieza, llega el momento de dar a conocer nuestra obra. Para ello es importante iniciar una serie de acciones, que conllevan procesos. Contar con un pequeño plan de difusión es uno de los más relevantes. A tal fin hemos de tener en cuenta diversos aspectos, y hacernos una serie de preguntas como, por ejemplo: ¿queremos que sea una colección nuestra, que se mantenga en el ámbito académico o bien mostrarla en todas nuestras redes? Además, hemos de pensar en dar a conocer nuestra obra en conjunto. Tanto el plan de difusión como la presentación de nuestra obra en su conjunto, las documentaremos. El portafolio, tanto analógico como digital en forma de web o portales similares, será nuestro gran aliado. Enriquecerlo es el primer paso al mundo profesional: la puerta que respalda nuestro trabajo y le da credibilidad.
En los siguientes apartados vemos cómo documentar el proceso creativo en cada fase.