2. Tipos de publicaciones

2.3. Libros y publicaciones experimentales

Por último, y siguiendo la lógica clasificatoria de tipos de publicaciones según la extensión de sus páginas, nos acercamos al ámbito de los libros y sus derivas experimentales. Según Ulises Carrión, «un libro es una secuencia de espacios. Cada uno de esos espacios es percibido en un momento diferente: un libro es también una secuencia de momentos» (Carrión, 2016, pág. 37). Como vemos, algunas definiciones, más que acotar, abren campos de posibilidad. Esta apertura nos ayudará a conceptualizar nuestra publicación en función de lo que queramos que sea, y no en función de lo que se supone que debe ser.

En este caso el abanico se abre casi tanto o más que cuando hablamos de fanzines, pues si nos acogemos al término experimental, este adjetivo podría aplicarse a concepto, forma, contenidos, distribución, etc. De manera breve, diríamos que lo que separa a los libros y otras publicaciones experimentales de mayor extensión, de los fanzines o las publicaciones de una sola página, sería esencialmente los recursos necesarios para llevarlo a cabo. Nos referimos a cuestiones tan sencillas como que producir un libro de doscientas páginas encuadernado con su lomo tendrá un coste económico más elevado que hacer un fanzine de veinte páginas grapado. También es frecuente que durante el proceso de producción de un libro intervengan más intermediarios, necesarios para edición, el control de textos, el registro legal, la venta etc., lo que encarece su coste final. Eso sí, siempre hay excepciones.

Son publicaciones experimentales aquellas que desbordan los formatos establecidos. Este es el caso de las publicaciones objetuales, publicaciones que salen del espacio bidimensional del libro, acercándose más a la idea de caja contenedora de ideas, como veíamos en el pionero caso de los Fluxkits ya en los años sesenta del siglo pasado, o los ejemplares de la emblemática revista Aspen. También entrarían en esta categoría casos más cercanos como la publicación La Más Bella y su Bellamátic (máquina expendedora de sus ejemplares), o La Capsa Erno, entre muchas otras. No obstante, pueden ser también experimentales aquellos proyectos editoriales que consiguen reinventar el concepto de lo que es un libro, o de lo que es un libro de artista. Este es el caso del matemático y artista Pep Vidal, quien ganó un premio a la publicación de artista presentando su tesis doctoral sobre comportamiento de algoritmos, bajo exactamente el mismo formato con el cual había sido presentada en su universidad. En este caso es el propio gesto el que confiere a la publicación una dimensión distinta.

Figura 12. La Más Bella, Bellamátic, 2001
Fuente: <http://www.lamasbella.es/bellamatic/>.