2.2. Fanzines
2.2.1. ¿Qué son los fanzines?
Una vez que hemos entendido las bases de la publicación en su versión más sintética, vamos a hablar de publicaciones que se componen de varias páginas, pero que por extensión u otros factores políticos y de distribución no son consideradas oficialmente como libros. Resulta complicado sintetizar aquí una práctica tan extensa y, sobre todo, tan plural y mutante en sus manifestaciones. La palabra fanzine es una contracción de los términos en inglés fan (fanatic) y zine (magazine). Según el experto Stephen Duncombe, los fanzines son
«revistas no comerciales y no profesionales de pequeña circulación que son producidas, publicadas y distribuidas por sus creadores.»
Como vemos, son a su vez el ejemplo perfecto de lo que venimos describiendo aquí como autopublicaciones.
Sin ahondar demasiado en la historia del fanzine, que por otro lado se relaciona con todo lo ya mencionado en el apartado anterior, sí que nos gustaría matizar el hecho de que el fanzine ha estado desde siempre estrechamente unido a contextos underground y a corrientes y colectivos al margen del establishment y que operan desde posicionamientos do it yourself.
Se dice que los primeros fanzines como tales fueron una serie de publicaciones realizadas a partir de la década de 1930 por fanáticos de la ciencia ficción. Estos fanzines eran producidos gracias al mimeógrafo, que confería a las copias reproducidas una estética muy característica. La historia de los medios de reproducción impresa nos puede aportar mucha información sobre las propias corrientes y colectivos que a lo largo del tiempo se han servido de ellas para producir sus publicaciones. No obstante, por cuestiones de espacio, dejaremos este relato para otra ocasión.