3. Cómo elaborar una publicación

3.2. Fases del proyecto editorial: preproducción, producción y posproducción

3.2.1. Preproducción

Cronograma o calendario

Tal y como apuntábamos anteriormente, nuestras publicaciones están necesariamente ligadas a ciertas constricciones y características de la producción. La clasificación del proceso editorial en tres fases coincide con la de otros oficios, como el audiovisual. Aquí nos centraremos en los aspectos propios que afectan a la gráfica impresa.

Una vez que tenemos clara la idea, nos lanzamos a la fase de preproducción. A partir de aquí se dan una serie de procesos que requieren una cierta organización si queremos llegar a tiempo a nuestra fecha de entrega. La manera en que nos organicemos dependerá del estilo de cada una, pero algo realmente útil es tratar de anotar todo lo que necesitamos hacer para conseguir terminar nuestra publicación, y asignarle a cada parte un tiempo determinado; esto es lo que llamamos cronograma o calendario de producción.

A continuación apuntamos una idea de cronograma posible:

  1. Reunir el material necesario previo al diseño (textos, imágenes y otros)
  2. Diseño y maquetación
  3. Últimos retoques de diseño y artes finales (describiremos más adelante qué son)
  4. Llevar a imprenta y contemplar el plazo de impresión
  5. Manipulados finales de la publicación
  6. Preparativos de la presentación, en caso de que la haya
  7. Plan de distribución, en caso de que queramos difundir la publicación
  8. También es aconsejable guardar un plazo extra para posibles imprevistos, pues cualquier demora puede influir en el plazo final

Prediseño y diseño

En esta fase, primero comprobaremos si realmente tenemos suficiente información para contar nuestra historia. Se trata de un momento de avance no estrictamente lineal, ya que al desarrollar las ideas, sea a través de textos o de imágenes, pueden surgir nuevos retos, carencias, o incluso posibles virajes en la idea original. Tal vez tengamos toda la información que necesitamos, o puede que, por el contrario, hayamos de recurrir a otros pasos previos al diseño, como fotografiar materiales que falten, acabar de escribir algunos textos, etc. También viene bien cada cierto tiempo aplicar una mirada más panorámica, para comprobar que el proyecto sigue siendo factible. Esto nos ayudará también a que la idea al final esté bien expresada.

Cuando realicemos el diseño, es posible que cambien el tamaño final de la publicación, el número de páginas o incluso el aspecto de los colores, entre otros. Todo esto puede modificar sensiblemente el presupuesto inicial, por lo que aquí, antes de entregar a imprenta, volveremos a realizar las consultas pertinentes.