2.2. Fanzines
2.2.3. Algunos ejemplos
A modo de conclusión, puntualizaremos aquí que algunos agentes puristas del fanzine consideran como tales solo aquellas publicaciones autoeditadas que priman la difusión de contenido sobre un cuidado excesivo de la forma, y que generalmente se presentan como varios folios fotocopiados y grapados. A su vez, hay quien entiende el fenómeno fanzine como algo más amplio que admite todo tipo de revistas autoproducidas, que puedan estar más cuidadas estética y conceptualmente en tanto que objeto editorial.
Un ejemplo de fanzines elaborados a la manera ortodoxa serían los que publica la editorial TD Papeles, a cargo de Enrique Doza. Estos fanzines son de tirada muy corta, están producidos con fotocopiadora y versan sobre temáticas de lo más variado. Otra hacedora de fanzines imparable es Andrea Galaxina, que lleva años activa con su editorial Bombas para desayunar, especializada en fanzine feminista y de género. Como caso de la historia reciente haremos aquí una breve mención a Tiger Tateishi, artista y apasionado de la ciencia ficción que, además de realizar lisérgicas pinturas al óleo, se dedicó ampliamente desde 1963 a difundir sus cómics bajo el mencionado formato.
Dada la desbordante cantidad de fanzines que existen y han existido en el mundo, resulta insuficiente mencionar aquí tan solo unos pocos ejemplos. Existen varios proyectos a lo largo y ancho del globo que se dedican a recopilar y catalogar estas publicaciones. Recomendamos la visita, física o virtual, a fanzinotecas como la Fanzinothèque de Poitiers o La Fanzinoteca, con sede en Barcelona. Esta última destaca por sus tagging days, jornadas en las que se invita a la gente a catalogar publicaciones colectivamente mientras se comparte un espacio distendido de convivencia.