2.1. Marco teórico
El apartado de marco teórico debe «enmarcar» la investigación, es decir, ubicarla en una posición teórica concreta. Para ello, el primer paso es realizar una búsqueda bibliográfica de otras investigaciones o estudios que tengan unos objetivos similares o hayan abordado de manera similar el objeto de estudio de la investigación. Su extensión y profundidad debe ser acorde al encargo o al trabajo requerido. Así, mientras que para una tesis doctoral este apartado puede contener cientos de páginas, en un trabajo para una asignatura de grado puede ocupar un par de páginas, las que sean suficientes para mostrar que se conocen los enfoques teóricos de las investigaciones anteriores.
Las investigaciones que se encuentren en la bibliografía académica pueden buscarse y presentarse de diversas maneras. Aquí se sugieren dos posibilidades:
- Búsqueda y ordenación cronológica: este criterio trata de orientar la búsqueda y la ordenación por escrito de los marcos teóricos según el momento o época en la que se propusieron. El objetivo de esta ordenación es describir cómo ha ido cambiando la mirada sobre el tema y objeto de estudio y tener suficientes elementos para encajar o ubicar el trabajo.
- Búsqueda y ordenación según el alcance de la teoría/perspectiva: otra manera de ordenar el marco teórico y el estado de la cuestión consiste en mostrar los debates y las disputas entre dos o más teorías, o entre dos o más investigaciones concretas. A partir de ahí, será más fácil ubicar la investigación, señalando en qué puntos se está de acuerdo o en desacuerdo con lo realizado anteriormente y posicionándose en los debates.
Para encontrar todas esas referencias, trabajos, perspectivas, debates y teorías necesarias en la construcción del marco teórico, se puede recurrir a lo siguiente:
- El propio bagaje teórico: es probable que, si se tiene un conocimiento anterior sobre el tema u objeto de estudio, se sepa de antemano qué trabajos y opiniones existen al respecto, facilitando su búsqueda, comprensión y exposición.
- Entrevistas o consultas a expertos: una manera sencilla, sobre todo si se tiene el contacto de alguien que conoce el tema, es preguntarle o entrevistarlo acerca de las distintas perspectivas que se tienen sobre el mismo. Suele ser útil para conocer autores que luego se pueden buscar en internet o por otros medios.
- Diccionarios o enciclopedias generales, de ciencias sociales o de sociología: puesto que rara vez un concepto tiene una definición unívoca en ciencias sociales, estas publicaciones tienen el fin de realizar un repaso histórico a su abordaje e introducir brevemente las perspectivas y debates sobre el concepto. Son como un marco teórico en miniatura, que puede ser suficiente en algunos casos. No hay que olvidarse, ni en este caso ni en otros, de citarlos adecuadamente.
- Trabajos previos propios o ajenos con un marco teórico ya elaborado: si se dispone o se encuentra una investigación publicada sobre el tema u objeto en cuestión, es altamente probable que incluya un marco teórico ya elaborado. No se trata de copiarlo, por supuesto, y además pueden ser de una extensión, una complejidad y una profundidad distintas a las exigidas. Pero, además de dar pistas para construir y ordenar el nuestro, las citas y referencias incluidas permiten acudir a esas fuentes directamente para así tener más información.
- Por último, las bases de datos de artículos y trabajos académicos: aunque muchas de ellas son de pago, existen algunas en abierto, como Google académico, que utiliza el mismo sistema del buscador Google, pero solo ofrece publicaciones académicas en sus resultados. Las bibliotecas universitarias, además de sus archivos físicos, cuentan con sistemas de búsqueda similares al de Google y ofrecen soporte, tutoriales y otros materiales para guiar esa búsqueda.
En cualquier caso, la extensión y la profundidad de esta búsqueda dependerán de la envergadura del trabajo que se vaya a realizar. Como se comentaba antes, un par de páginas pueden ser suficientes para presentar el marco teórico de un trabajo académico breve.