3.5. Las entrevistas en profundidad
3.5.3. Desarrollo de las entrevistas en profundidad
Una vez se ha realizado el contacto con éxito, se ha elegido el tipo de entrevista más apropiada y se ha elaborado el guion, se debe llevar a cabo la fase de desarrollo o realización de la entrevista en profundidad. En esta fase, os daréis cuenta de que los temas y las preguntas del guion pueden ser interpretados de manera distinta a la que pensabais, que la persona entrevistada puede explicarse muy poco o demasiado y que muchos otros problemas pueden provocar que la entrevista no recabe la información deseada. Lo ideal en el desarrollo de entrevistas es grabarlas, al menos el audio. Para esto, siempre es imprescindible contar con la aprobación de la otra parte y es recomendable pedirlo de manera explícita durante el establecimiento del primer contacto. Además de la grabación, se debe usar el propio guion en papel o el cuaderno de bitácora para realizar anotaciones ligadas a lo que se está contado, a las impresiones que causa o a nuevas ideas que surjan.
De manera ideal, durante el desarrollo de la entrevista se buscan los siguientes objetivos:
- que la conversación sea fluida y sincera;
- que no se aleje de los objetivos de la investigación plasmados en el guion; y
- que se ajuste al tiempo disponible.
Para conseguir esto, se proponen las siguientes tácticas de entrevista:
- Reconducción: es común que la persona entrevistada lleve la entrevista a temas o ámbitos que no interesan. La reconducción consiste en evitar esto, llevando de nuevo la conversación, con sutileza y empatía, hacia las materias más importantes para la investigación.
- Silencio: cuando la persona entrevistada emite respuestas cortas o poco elaboradas, un silencio y/o una mirada de interés por parte del entrevistador/a suele provocar que el interlocutor continúe hablando y elaborando su respuesta.
- Animación y elaboración: si se prefieren evitar silencios incómodos, otra opción es ser proactivo y pedirle directamente a la persona entrevistada que elabore más. Para esto, por ejemplo, se puede decir que se está muy interesado en algo concreto que está diciendo.
- Repetición: cuando una declaración sea ambigua, no sea clara o corta, una opción muy recomendable es pedir una repetición. En la repetición, normalmente, se suele reflexionar más y verbalizar de otra manera, lo que aumenta la calidad de la información.
- Recapitulación: hacer un breve resumen del discurso o los argumentos que está dando la persona entrevistada puede servir para que esta aclare algunos puntos si se han interpretado mal.
- Aclaración: pedir aclaraciones suele tener el efecto de aumentar la reflexión sobre lo que se dice, a la vez que consigue un cambio en el lenguaje empleado por el entrevistado/a. Es útil cuando no se entienda algo o cuando se utilice un lenguaje no compartido.
- Cambio de tema: en entrevistas no programadas, cambiar de tema puede ser un remedio eficaz si existen problemas de tiempo o si la persona entrevistada se ha estancado en alguna cuestión concreta, por el motivo que sea.
- Postentrevista: una vez terminada la grabación de la entrevista, se puede aprovechar el momento inmediatamente posterior para plantear alguna pregunta o cuestión más comprometida, con la seguridad que da no estar siendo grabado/a. Todo lo hablado durante la postentrevista debe ser anotado en el cuaderno de bitácora. Esta información obtenida durante la postentrevista no debería reflejarse en la investigación o sus anexos, en tanto que las condiciones del consentimiento informado no se aplican a este momento. No obstante, lo dicho en la postentrevista puede servir para realizar un mejor análisis del resto de la información recabada o, incluso, para plantear nuevas entrevistas o técnicas que intenten recoger esa misma información de manera más ética y siempre bajo un consentimiento informado. En cualquier caso, no se podría citar la fuente de dicha información.