3.6. La observación participante
3.6.2. La pauta de observación
La observación como técnica de investigación debe diferenciarse de la observación común. Para ello, debe realizarse de manera sistemática y rigurosa, lo cual se consigue siguiendo una serie de recomendaciones y una pauta de observación.
La pauta de observación se diseña según los objetivos de la investigación y de las expectativas, hipótesis, conceptos teóricos y lecturas realizadas. Consiste en la enunciación de las variables que son de interés para los objetivos de estudio y de los indicadores (o medidores) de estas. Por ejemplo, en la investigación mencionada en el apartado 2.2. (Gracia, 2014), se intentaba conocer cómo actuaban los visitantes de un museo en una sala concreta. Algunas variables que interesaban y se podían observar eran: por cuál de las dos entradas se accedía y se salía de la sala, si la persona iba en grupo o sola, cuánto tiempo se permanecía en la sala, si hablaban con alguien o no, si parecía que prestaban mucha atención al cuadro o no, cómo vestían, qué emociones parecían transmitirles las obras de esa sala, etc. El investigador se ponía en una esquina de la sala observando estas variables, pero estando atento también a cualquier otro aspecto que no estuviera contemplado en la pauta de observación. Una vez que la persona observada salía de la sala, el observador se le acercaba para preguntarle algunas cuestiones relacionadas con las variables de interés. Si no hubiera existido esa pauta, quizá con algunas personas se habría fijado en unos elementos distintos a los de otras, según lo que más le hubiera llamado la atención, perdiendo otro tipo de información. La pauta de observación permitió sistematizar y comparar la información de todas las personas que se observaron, dejando espacio al final para registrar y preguntar por esas cosas más llamativas, que fueran sorprendentes o idiosincráticas.