1. De la Edad Media al Barroco

1.4. El Barroco

1.4.1. Discusiones filosóficas en torno a la polémica sobre dibujo-color

La discusión sobre el dibujo y el color alcanzó su máximo apogeo en el siglo XVII. Esta polémica ya había sido debatida en siglos anteriores, como vimos en el punto anterior. En un primer momento, la defensa del dibujo apoyaba los planteamientos teóricos y formalistas que dotaban a la práctica artística de un poso intelectual y afianzaba los ideales del clasicismo. Recordemos también aquí la teoría aristotélica que afirmaba que el conocimiento se adquiría a través de los sentidos.

Como señalan Checa y Morán (2001), estas formulaciones que apuestan de forma inequívoca por el color representarán la primera generación de artistas barrocos que darán paso más tarde a los grandes maestros de la pintura barroca de segunda generación que centran sus pesquisas en la experiencia visual.

Podemos afirmar que, a partir del siglo XVII, la pintura empieza a pensarse a sí misma. Como ya hemos mencionado, en el Renacimiento la pintura abandona la exclusividad de los muros y tablas, así como su función religiosa. La pintura ahora está hecha para ser vista desde otro lugar y este desplazamiento de la mirada posibilita su autoconciencia y una serie de imágenes que tienen como tema la propia imagen.