1.2. Tipos de investigación
1.2.2. El método de investigación empleado
En relación con el criterio del método de investigación empleado, se presentan tres tipos, aunque existen muchos más.
Método histórico
Se caracteriza por intentar responder a las preguntas de investigación planteadas mediante el conocimiento de cómo el objeto de investigación ha llegado a ser como es y por qué. En este tipo de investigación se intentan encontrar las causas de una situación actual en el pasado. Si el objeto de la investigación es un agente individual, podría tomar el nombre de «método biográfico», en tanto que la vista al pasado, en este caso, se realiza mediante una reconstrucción de su biografía.
Siguiendo con el ejemplo de los motivos por los que una institución construye unos criterios específicos para la financiación de proyectos artísticos, en este método las técnicas de investigación se focalizarían en conseguir información acerca de la historia de la institución elegida y examinarían qué relación existe entre esta y el tipo de proyectos que financia.
Método comparativo
Este método tiene dos vertientes que pueden ser utilizadas al mismo tiempo o de manera independiente. Ambas comparan casos con el objetivo de identificar y analizar similitudes y diferencias, como una forma eficaz de conocer las estructuras sociales comunes y las especificidades de la agencia de los actores sociales.
- Método de estudio de caso(s): el estudio de caso es el análisis en profundidad de uno o varios objetos de investigación. La intención de este método es alcanzar un conocimiento profundo sobre uno o varios aspectos de dicho objeto, siempre poniéndolo en relación con otros. En el supuesto de estudiar un único caso, la comparación de este se realiza a través del diálogo con otras investigaciones o informaciones acerca de otros casos similares, de tal manera que se puedan comprobar similitudes y/o diferencias. No obstante, aunque sea más trabajoso, también es posible que una misma investigación estudie dos o más casos entre los que realizar dicha comparación. En el ejemplo de los criterios según los que una institución financia unos proyectos artísticos y no otros, este método seleccionaría varias instituciones y analizaría sus diferencias y semejanzas, intentando encontrar en unas y otras la explicación de sus criterios de financiación.
- Método casiexperimental: inspirado en los experimentos de laboratorio, la lógica que subyace a este método es la comparación de casos muy similares, pero que contengan una diferencia específica. El objetivo es conocer cómo influye esa diferencia en el ámbito de interés para la investigación. En este caso, en una hipotética investigación, se elegirían dos casos que no compartieran algunas variables que se creen decisivas o influyentes sobre el objeto o hecho de interés. Las diferencias de criterios finales para la financiación de proyectos que se veían en el ejemplo solo serían atribuibles a esas variables distintas. En investigación social, este tipo de diseño es raro y muy complicado, ya que pocas veces se encuentran dos casos idénticos salvo en alguna variable. En realidad, suelen ser muchas más.
Método evaluativo
Lo distintivo de este tipo de investigación es que el objetivo de investigación es un proyecto o un programa, y no otro tipo de agentes o estructuras, del que se quiere emitir un juicio de valor sobre su funcionamiento, generalmente con la intención de detectar fallos y enmendarlos. Aunque existen muchas perspectivas o modelos de evaluación, aquí se presenta en la forma teorizada por Weiss (1990), la llamada teoría del programa, que consiste en identificar en qué medida los mecanismos y supuestos ocultos (las hipótesis, la teoría del programa), que subyacen al proyecto o programa que se está evaluando, satisfacen uno o varios criterios que los/as investigadores/as creen relevantes (Weiss, 1995). Es «un proceso que, en primer lugar, identifica cómo funciona la intervención y qué resultados pretende obtener construyendo un modelo teórico del programa y, en segundo lugar, estructura todo el proceso de indagación a través de dicho modelo teórico» (Ligero Lasa, 2011, pág. 19). De esta forma, no solo se puede evaluar si se van a lograr los objetivos del programa (criterio de eficacia), sino también otros sobre cómo se van a conseguir dichos objetivos (criterio de coherencia), si son oportunos (criterio de pertinencia), u otras características relacionadas con otros criterios de valor (Ligero Lasa, 2011, pág. 19).
Simplificando, este –flexible– enfoque de evaluación sigue los siguientes pasos:
- conocer en profundidad cómo funciona el programa o intervención a evaluar mediante la identificación de sus objetivos, las necesidades o problemas que intenta resolver, la estrategia que sigue y el contexto que le rodea;
- construir una o varias preguntas de investigación a partir de los criterios de valor seleccionados; y
- responder a esas preguntas de evaluación.
Para completar estas fases, es fundamental disponer de mucha información acerca del programa evaluado y desarrollar técnicas de investigación como las entrevistas en profundidad o la observación participante. Este tipo de evaluación se puede realizar antes, durante o después de que se implemente el programa o proyecto, siempre que las preguntas que se planteen sean abordables desde el estadio en el que se encuentre el programa.
Por ejemplo, si se imagina una intervención de un museo que consiste en realizar visitas guiadas de algunas obras en clave feminista, lo primero que se debería hacer es reconstruir la teoría de ese programa: para ello, es necesario analizar la información disponible y desarrollar técnicas que permitan identificar cuáles son sus objetivos, las necesidades o problemas que se intentan subsanar, la estrategia que se pone en marcha para alcanzar los objetivos y el contexto que rodea el programa. Después, se deben elegir criterios de valor de interés para la evaluación y enunciar qué preguntas de evaluación se quieren responder. Algunos posibles ejemplos de criterios y preguntas asociadas son los siguientes:
- Pertinencia: ¿es necesaria una visión feminista de las obras del museo?, ¿por qué?
- Coherencia externa: ¿esta actividad es coherente con el resto de actividades o acciones del museo?, ¿existen contradicciones entre algunas de ellas y esta intervención?
- Coherencia interna: ¿en qué medida el contenido y la dinámica de las visitas guiadas ayuda a la consecución de los objetivos planteados?
- Verosimilitud: ¿cuenta el museo con los recursos y el tiempo necesarios para desarrollar el programa?
Aunque existen muchos más criterios de evaluación (eficiencia, adecuación, etc.), los cuatro presentados en este ejemplo son los más comunes a la hora de realizar evaluaciones de programas o proyectos a partir de este enfoque de la teoría del programa.
Una vez construidas las preguntas de evaluación, se deben desarrollar técnicas de investigación, como las propuestas en esta guía, para poder ofrecer sus respuestas.
Antes de terminar este apartado, conviene recordar que las tipologías presentadas en esta guía son una versión reducida de algunos modelos ideales de investigación y deben tomarse como meras guías que sirvan para generar mejores ideas y proyectos de investigación. Nada impide mezclar partes de varios de ellos, siempre que dichas decisiones estén justificadas y sean coherentes. En los siguientes apartados de esta sección se presentan algunas aclaraciones de conceptos y debates teóricos que pueden ayudar a contextualizar y entender mejor estos tipos ideales de investigación social y, en definitiva, a construir y realizar una mejor propuesta propia.