Una vez finalizado el análisis y alcanzadas las conclusiones de la investigación, es necesario dar cuenta de su totalidad en un documento, que generalmente suele ser un informe escrito final de la investigación. Estos documentos son los que se presentan a quienes encargan o financian la investigación, al resto de la comunidad académica y a la sociedad. Existen múltiples formas de organizar el informe final de la investigación, pero en general siempre contienen los siguientes apartados:
- Portada o encabezado con el título de la investigación y la autoría de la misma. En caso necesario, debe incluirse también la institución a la que se pertenece o que encarga o financia la investigación. En trabajos académicos, se suele mencionar la asignatura, el curso, etc.
- En publicaciones académicas suele incluirse un pequeño resumen donde se anticipan las conclusiones de la investigación.
- Introducción: donde se expone el tema de la investigación y el motivo de la relevancia o el interés de lo que se estudia, así como el contexto histórico-social-artístico. Puede incluir el objeto, los objetivos, las preguntas o las hipótesis de la investigación, aunque estos también pueden presentarse en un epígrafe independiente pero inmediato.
- Marco teórico: se presentan los enfoques teóricos desde los que se han abordado el tema y las preguntas de la investigación en el pasado, y también las investigaciones recientes y concretas que tienen características u objetivos similares, todas ellas presentadas u organizadas a partir de los debates más importantes. Por último, se debe dejar claro desde qué posición en esos debates identificados se enfoca la presente investigación, indicando qué teoría o perspectiva teórica se utiliza, así como sus ideas y conceptos principales.
- Metodología: es normal que el cuerpo de este apartado cambie sustancialmente respecto del incluido en el proyecto o documento de diseño de la investigación, en tanto que habrá una diferencia entre lo que se planeó y lo que finalmente se realizó. En el documento final, este apartado debe dar cuenta de ambas cuestiones, lo que se diseñó y lo que se desarrolló, siempre justificando o explicando todas las decisiones adoptadas y los motivos de esas variaciones. También deben mencionarse las limitaciones y el alcance del estudio llevado a cabo para que se pueda interpretar en su justa medida.
- Resultados: donde se detallan, con la mayor profundidad posible, el proceso de análisis de los datos, la interpretación llevada a cabo al ponerlos en relación con la teoría o con otras investigaciones similares, y –finalmente– las respuestas a las preguntas u objetivos de la investigación que se han obtenido mediante este proceso.
- Conclusiones: supone el final del cuerpo de texto. Sirve para realizar un resumen de los resultados y exponer el impacto de lo descubierto en la investigación. Se pueden mencionar tanto las aportaciones como los límites o los aspectos todavía por desarrollar.
- Bibliografía: todas las referencias y fuentes utilizadas en la investigación se deben recoger en este apartado. Hay multitud de maneras de confeccionar estas referencias, pero todas ellas incluyen los apellidos y nombre de los autores o autoras, el año de la publicación y el título de la publicación.
- Anexos: en este apartado se facilitan herramientas como los casilleros tipológicos de las muestras, las pautas de las observaciones, los guiones de entrevistas o los cuestionarios de la encuesta, así como otros documentos o archivos de la investigación, como las transcripciones, audios o vídeos realizados durante las entrevistas, siempre que se cuente con el consentimiento informado de los implicados, las bases de datos de encuestas que no incluyan datos personales o que faciliten la identificación de quienes han respondido y las anotaciones realizadas en el cuaderno de bitácora. En definitiva, se debe exponer todo aquello que no tenía cabida en el cuerpo de texto y que puede contribuir a mejorar la transparencia de la investigación. Si es necesario, en el cuerpo del texto principal se pueden indicar los anexos relacionados.
Como regla general, en todos los epígrafes del informe se debe informar con el mayor detalle y sinceridad posibles de todos los procesos desarrollados, así como justificar todas las decisiones tomadas y las interpretaciones realizadas. La extensión del informe final debe ajustarse a lo solicitado y el lenguaje empleado debe ser coherente con el tipo de audiencia, siempre intentando que sea claro, conciso y preciso. Vale la pena cuidar esta fase final del proceso, puesto que el informe es la vía por la que se conocerá principalmente la investigación y es donde podéis expresar vuestras motivaciones y resultados al mundo, demostrando así el sentido del trabajo.