3. La profesionalización en el sector privado español

3.3. La precariedad

3.3.2. ¿Existe un afuera del mercado?

Si bien el sector privado de las artes visuales mantiene una estrecha relación con la economía de la que participa activamente, su interés supera con creces este aspecto y plantea una relación decisiva con la cultura. Parece adecuado considerar el sector de las artes visuales como el lugar idóneo para cuestionar precisamente la omnipresencia y omnipotencia del mercado. La práctica artística es un ámbito eficaz para evidenciar lo que escapa entre las mallas de la red totalizante del capitalismo global, un lugar de resistencia (Baravalle, 2020) en el que plantear relatos alternativos a la doctrina dominante, aunque es evidente que

«toda sociedad se organiza en instituciones […] organismos vivos que tienen una resistencia al cambio.»

Borja-Villel (2016, pág. 34).

El mercado del arte es elitista porque es un mercado específico y muy competitivo dentro del sistema capitalista, cuyas distintas ramas nunca se han caracterizado por defender la democracia. Las obras de arte son únicas; por lo tanto, cierta exclusividad es sintomática del interés que despiertan. Por otro lado, las galerías ofrecen exposiciones de forma gratuita; la misión de las galerías es abrir mercado a través de una difusión a todos los niveles de los proyectos de sus artistas, por lo que la cercanía es funcional para su búsqueda de nuevos clientes. Contrariamente a coleccionistas del 1 % como Kenneth Griffin, existen muchos coleccionistas apasionados y anónimos en la estela de los ahora célebres Dorothy y Herb Vogel. La actitud de esta pareja neoyorquina es algo más que la excepción que confirma la regla.

Cuando hemos titulado este párrafo con la pregunta (retórica) de si existe un «afuera» al mercado, dejábamos entrever una respuesta negativa. Negativa no solo en relación con el mundo del arte: el mercado engulle todos los aspectos de la vida humana. Las profesiones y los empleos que encontramos en este contexto, sobre todo en el sector privado, se corresponden perfectamente con sus lógicas: violentas, desiguales, elitistas, individualistas. Aunque es fundamental no perder de vista los puntos de fuga que se abren, también desde el arte, y que arrojan luz sobre la posibilidad de imaginar otra forma de vivir en común. A modo de ejemplo, una obra de la serie Frases de oro de Dora García: «El arte es para todos pero sólo una élite lo sabe». Una afirmación contundente de la ganadora del Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura 2021.