2.2. Agentes destacados del sector privado español
2.2.4. Las ferias
Desde los años setenta, en España hubo tentativas de promover una feria de arte que favoreciera un incipiente mercado de arte: Artexpo en Barcelona en 1976, Arteder en Bilbao en 1981, Interart en Valencia en 1984 y BIAF en Barcelona en 1989. Estos fueron los primeros esfuerzos de las galerías para crear una feria con una continuidad necesaria para generar y aumentar el volumen del mercado de arte nacional. Este objetivo se cumplió finalmente en 1982 con la apertura de ARCO, bajo la dirección de Juana de Aizpuru. La feria, celebrada en el Palacio de Exposiciones de IFEMA (en aquel entonces en el Paseo de la Castellana), cosechó de inmediato gran atención mediática y de público. Desde entonces, ARCOMadrid se celebra una vez al año en Madrid, y recientemente también cada año hay una edición de ARCOLisboa.
El caso de ARCO
ARCO marca un hito en el panorama nacional y en la actualidad sigue siendo la feria más visitada del mundo, algo que no es secundario a la hora de evaluar su impacto tanto en el sector como en el país en términos económicos y de relevancia cultural. Desde sus primeras ediciones en los años ochenta, la feria ha sido capaz de despertar enorme interés por parte del público general y la prensa. Una excitación por el arte contemporáneo concentrada en pocos días, algo que era, y sigue siendo en muchos casos, un interés efímero pero que no deja de llamar la atención por su magnitud en el contexto nacional.
ARCO es un lugar de encuentro entre obras de artes presentadas en cientos de stands de galerías nacionales e internacionales, pero también una cita anual a la que acuden profesionales y que el público general aguarda para ver arte contemporáneo. Un momento que las instituciones públicas dedican a sus adquisiciones en las galerías, los artistas aprovechan para presentar sus obras más novedosas o significativas en los stands de sus galerías y los coleccionistas para buscar novedades y cerrar adquisiciones. Muchos profesionales se desplazan para encontrar a sus colegas internacionales, asistir a las charlas que la feria organiza y hablar con los galeristas y los artistas, mientras que el público acude en masa el fin de semana. En cada edición de ARCO también se generan polémicas, críticas y cuestionamientos del propio sistema económico del que la feria evidentemente participa.
Históricamente, la feria contribuyó de manera relevante a la difusión del arte contemporáneo en España, visibilizando un sector entero, muchos años antes de la propia existencia de los museos de arte contemporáneo. Luego, su carácter internacional no solamente dio a conocer el arte español a profesionales extranjeros del sector, sino que brindó la posibilidad de escuchar y conocer a estos mismos profesionales y ver a muchos artistas en Madrid durante una semana durante la que se establecían relaciones, contactos e intercambios.
ARCO es un lugar de encuentro entre los diversos agentes del sector de las artes, sus protagonistas acuden para ver y dejarse ver, para buscar obras y artistas, para escuchar y hablar con los demás que se mueven en su mismo sistema. La feria es la cita anual más emblemática del arte contemporáneo en España, que ha sabido mantenerse en el tiempo, ampliando sus secciones, diversificando su oferta, pero siempre registrando un número muy elevado de espectadores no profesionales e invitados profesionales tanto independientes como de museos de todo el mundo.