7. Fractals i autosimilitud

7.6. Per anar llegint

«Los fractales son objetos geométricos que tienen estructura a todas las escalas. Así, cuando amplificas una complicada imagen fractal, para enfocar con zoom sus detalles, ves que cada detalle es tan complicado como el todo original: de hecho, en muchos fractales ¡la parte magnificada es idéntica al todo!

Los fractales vienen en muchos tamaños y formas. No hay una definición única y estricta que valga para todos los objetos que se han descrito como “fractales”. Más bien hay un vasto zoo de ejemplos interesantes que encarnan este amplio concepto de una estructura interna inagotable.

Como las pequeñas partes de un fractal son tan complejas como el todo, el método de análisis y síntesis, y su materialización matemática clásica, el cálculo, pierden casi todo su poder. Unas ideas distintas, basadas en la recursión y la autosimilitud, entran en juego».

Wilczek, F. (2016). El mundo como obra de arte (pàg. 385). Barcelona: Crítica.

«¿Por qué son las formas fractales tan frecuentes en la realidad inerte? ¿Por qué son las formas fractales tan frecuentes en la realidad viva? ¿Por qué son las formas fractales tan frecuentes en la realidad culta?

Como apunta el filósofo inglés A. J. Ayer, existen muchas acepciones diferentes en el lenguaje común para el término “por qué”, quizá tantas acepciones como acepciones tiene la palabra “causa”. Sin embargo, no hay ambigüedad posible en nuestro caso. Las preguntas equivalen a preguntarse por lo que hemos llamado la selección fundamental, la selección natural y la selección cultural. Es decir, nuestro esquema conceptual nos sirve para preguntar así: ¿en qué favorece la fractalidad a un individuo vivo para que este siga vivo? ¿Cuál es el gozo mental o la función culta que impulsa a la mente a crear fractalidad?».

Wagensberg, J. (2004). La rebelión de las formas (pàg. 253). Barcelona: Tusquets.